Doctorado honoris causa a
l 20 de julio de 2000, la Comisión de Distinciones y Grados Honoríficos del H. Consejo Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), emitió un dictamen en el que recomienda otorgarle el doctorado honoris causa al escritor y periodista mexicano Carlos Monsiváis Aceves. Entre las observaciones contenidas en el dictamen de referencia, se encuentran las siguientes: El escritor Carlos Monsiváis Aceves, es considerado de los más fecundos escritores iberoamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Carlos Monsiváis, caracterizado por un lúdico ejercicio del lenguaje, ha interpretado a la compleja sociedad mexicana, desde su muy personal estilo. Haciendo uso de la ironía ha escrito sobre temas tan difíciles como las relaciones de poder y de aspectos sentimentales del mundo hispano... ha sido considerado por muchos como el cronista de la sociedad civil de México, documentando las virtudes de las izquierdas y derechas del país... fue testigo de las crisis de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla... en este episodio el escritor compromete su pensamiento con la libertad política y el espíritu democrático. Monsiváis, ciertamente, "comprometió su pensamiento" desde 1961 en la defensa de nuestra máxima casa de estudios, cuando los sectores más recalcitrantes de la derecha poblana desencadenaron una feroz ofensiva contra la misma para exterminar el movimiento de reforma universitaria que sólo exigía respeto al artículo tercero constitucional, defendía los libros de texto gratuitos, la educación pública y laica En las páginas de la revista Política, dirigida por Manuel Marcué Pardiñas, Monsiváis dejó testimonio de su solidaridad con la causa de la UAP. Más tarde , durante los años de 1972-73, siendo director del suplemento La Cultura en México, de la revista Siempre!, Monsiváis Aceves, ante la nueva ofensiva de los viejos enemigos de nuestra Universidad, publicó varios trabajos en los cuales recogía las demandas del movimiento estudiantil de ese tiempo. Cabe recordar que tal ofensiva tuvo uno de sus hitos más sangrientos el primero de mayo de 1973, cuando el entonces gobernador Gonzalo Bautista O Farril ordenó reprimir brutalmente una reunión que tenía lugar en las inmediaciones del edificio Carolino, en la que perdieron la vida los estudiantes: Alfonso Calderón Moreno, Norberto Suárez Lara, Víctor Manuel Medina, Ignacio Enrique González Romano y 14 personas más resultaron con fuertes lesiones. Fue entonces cuando Monsiváis publicó en el suplemento de referencia uno de sus ensayos sobre el drama que enfrentaba nuestra institución (hemos reproducido tal documento en este número de Tiempo Universitario). Empero, el autor de Amor Perdido y otros títulos, no se limitó a respaldar a nuestra institución sólo a través de su pluma: también se dio a la tarea de impulsar diversas iniciativas encaminadas a generar un ambiente de solidaridad a nivel nacional hacia la UAP, por ejemplo promoviendo eventos en los que involucraba a los sectores más representativos de la intelectualidad progresista de México- enderezados a brindarle cobertura política y académica a nuestra casa de estudios, a efecto de impedir que la violencia de la derecha poblana cobrase más víctimas.
Monsiváis, además, patentizó su solidaridad con los universitarios de la UAP haciendo acto de presencia en nuestra casa de estudios en varias ocasiones. Así, participó en el cortejo fúnebre de Joel Arriaga Navarro, asesinado por los esbirros de la reacción poblana el 20 de julio de 1973. En todo momento, pues, el autor de Días de Guardar manifestó sin titubeos su respaldo al movimiento democrático de la UAP. En consecuencia, los universitarios de la máxima casa de estudios tenemos una deuda con Carlos Monsiváis, cuya intervención al lado de personalidades como Sergio Méndez Arceo, Efraín Huerta, Carlos Fuentes y Renato Leduc- fue decisiva para detener la ofensiva a que hicimos alusión. Monsiváis, aparte de los méritos señalados, ha desempeñado un papel fundamental en el advenimiento del periodismo crítico en México, que si bien sigue siendo una expresión marginal, existen señales inequívocas de que a corto o a mediano plazo tendrá una influencia mayor en la prensa nacional. Sin duda, una vez que se escriban los anales del periodismo moderno, nuestro personaje, será señalado como uno de los principales predecesores del mismo, gracias a su irreverencia, su punzante ironía, y a su gran sentido del humor, cualidades que saltan a la vista en sus crónicas y reportajes. Por ello, saludamos con entusiasmo la propuesta de la Comisión de Distinciones y Grados Honoríficos del H. Consejo Universitario de la BUAP de otorgarle el doctorado honoris causa a tan sobresaliente escritor y defensor de las causas progresistas de nuestro país. La entrega de tan merecida distinción la hizo el rector de nuestra universidad, Enrique Doger Guerrero, el 12 de septiembre del presente año a las 13:00 horas, en el Paraninfo del edificio Carolino. A continuación se reproducen algunos textos publicados en la revista Siempre! , referente, uno, a la presencia de Monsiváis y otros distinguidos intelectuales mexicanos en nuestra universidad y dos: La posibilidad de la polémica y Puebla : La matanza del primero de mayo escritos por nuestro homenajeado. UAP, Solidaridad*
a noche del pasado miércoles 29 de noviembre, en el Salón Barroco de la Universidad de Puebla, los muchachos a los que las voces reaccionarias han tildado de cafres irredentos, escuchan silenciosos, absortos, a los también jóvenes actores del grupo teatral del Ecuador, asistentes al Festival Latinoamericano que ha tenido curso en el nuevo teatro de El Galeón. Los compañeros ecuatorianos han ido a Puebla a testimoniar su solidaridad con la Universidad que resiste, airosamente, la embestida de las horas fanáticas que la acosan y aún pretenden "tomarla a sangre y fuego".1
Los muchachos universitarios poblanos no se amilanan. Han recibido muchos golpes cruentos, muchos ataques infames; pero no se acobardan ni se aturden. Saben que la embestida fanática ha arreciado en estos tiempos, precisamente, porque es ahora que los campos un día un tanto revueltos, se han definido claramente. El jueves anterior 24 de noviembre la jornada de la solidaridad dio comienzo con un acto entusiasta, optimista, fuerte. Acudieron ahí muchos de valía: Pepe Revueltas, Leopoldo Ayala, Raquel Tibol, Carlos Monsiváis y así. Luego llegaron los del grupo teatral de Cali, Colombia, y anunciaron su visita los del grupo teatral de Venezuela. Y estuvo Renato Leduc y fue con sus canciones aguerridas Pepe Molina. Y la gente del STEUNAM. Y campesinos. Y obreros. Y los de la Cooperativa Independiente de Cineteles cubanos, con su mensaje de aliento en el amor humano haciendo frente a los oscurantismos y las injusticias. Este miércoles 29, en el recinto universitario y en los alrededores, el ambiente es cálido, cordial, alegre. No hay rostros sombríos, no hay gestos agrios. Van y vienen los muchachos de esta guardia a la otra, de esta aula a aquella. Las clases no se han suspendido. Se batalla y se estudia. No los perturban las amenazas, ni se dejan apretar por la ominosidad de un medio externo donde no pocos matarifes muchos de cuello blanco y escritorio impecable andan sueltos y engallados. Yo converso con muchos de esos jóvenes; oigo sus músicas, sus cantos; leo sus "pintas" en los muros. Se habla queda pendiente de una posible próxima charla con ellos acerca de periodismo mexicano. Están abiertos a las opiniones ajenas y quieren saber de esto y aquello. Hace unos días, la policía local bloqueó las calles alardosa. Hace unos días, las brigadas de servicio social de la Universidad fueron atacadas alevosamente. Ellos leen, van al teatro, estudian, hacen deporte ("la condición física buena es indispensable", me dice uno, sudoroso todavía tras una práctica de basquetbol). Tienen todos en el semblante la sonrisa sencilla y alta de la buena esperanza. *Revista, Siempre! Presencia de México,La vida airada por Alberto Domingo número 1016, 13 de diciembre de 1972, pág. 55. 1. Esta afirmación fue hecha por Trinidad Espejel quien se dijo dirigente de una Federación de Colonias.Vid. Yáñez Delgado, Alfonso Reforma y Violencia, pág. 131. La posibilidad de la polémica**
éxico 1972: esperanzas nuevamente frustradas, principios de una radicalización irreversible, desarrollo económico puesto incluso oficialmente en duda, crímenes políticos, represión que evita los problemas que crea la represión, surgimiento del ánimo crítico, profunda crisis educativa, confusión ideológica, provocaciones al amparo del énfasis y el grito (y de intereses mucho más concretos), escepticismo político como derivación del conformismo, inquietud y complacencia generalizadas, demagogia, buena fe como disculpa ante la falta de acción, campañas antipornográficas, cinismo, estratificación social, la "apertura democrática" como promesa de un bien sólo posible cuando nos abstengamos de querer ejercerlo. En Culiacán, al cabo de una manifestación estudiantil de protesta por el asesinato de dos campesinos a manos de los guardias blancas de los latifundistas (manifestación que derivó en incursiones contra edificios y enfrentamientos con la policía), se reprime y encarcela a más de 300 participantes. El rector de la Universidad de Sinaloa lamenta "la destrucción y saqueo" de los edificios pero no formula condenas. Se inicia la libertad de los detenidos. La represión continúa. En Puebla, unos pistoleros asesinan al director de la Preparatoria Nocturna, arquitecto Joel Arriaga. El crimen es otro más de los resultados trágicos de una tradición de agresiones verbales y físicas, contra la Universidad Autónoma de Puebla (edificios, autoridades y estudiantes). Desde varias semanas antes, se ha cubierto la ciudad de propaganda fascista histórica contra los universitarios (ejemplo típico: el remate de un folleto): "Madre de familia: si quieres que tus hijas sean unas prostitutas, mándalas al Carolino (el edificio central de la Universidad de Puebla). Madre de familia: si quieres que tus hijos sigan la provechosa campaña de la homosexualidad , mándalos al Carolino. Hermano de familia: si quieres ver a tus hermanos y hermanas presa de las drogas, permite que vayan al Carolino". Con reiteración, el obispo de Puebla, Octaviano Márquez y Toriz ha arengado vigorosamente desde el púlpito a sus fieles activándolos contra los comunistas y ha fomentado un desagravio a la Virgen de Guadalupe, cuyo santuario "fue profanado" durante la filmación de La montaña sagrada. El 5 de julio el gobernador del Estado, Gonzalo Bautista OFarril declaró a El Día: "Yo creo que están viendo moros con tranchete. Yo veo la ciudad en calma. No hay nada alarmante". El reportero insistió: "Se afirma que esos grupos actúan bajo la inspiración y patrocinio de las autoridades religiosas". Respuesta de Bautista: "Yo creo que eso es mentira. Efectivamente han salido pintas contra Rivera Terrazas, Pliego, Joel Arriaga. Pero eso fue por la agresión que sufrió La Piedad de Miguel Angel, y esas cosas de Jodorowski, que se atribuyen al Partido Comunista". El asesinato de Joel Arriaga renueva el contenido de una atmósfera de atroz intolerancia. Desde Cuernavaca, el obispo Méndez Arceo defiende a su hermano el obispo de Puebla ("muy lejos de aconsejar o propiciar semejante violencia concreta"). Hasta este momento, los criminales continúan inéditos. CM **Revista Siempre! Presencia de México, número 998, 9 de agosto de 1972, pág. 2, suplemento La Cultura en México. Puebla: La matanza del primero de mayo***
ota preliminar: Los textos que se publican en este número fueron escritos entre el 5 y el 7 de mayo. El suplemento se formó en la tarde del día 7. Tal anticipación exigencias de taller obliga a que el número aparezca cuando diversos acontecimientos han modificado la situación. No de modo considerable sin embargo. La renuncia, patética, cínica y autocelebratoria de Gonzalo Bautista OFarril el 8 de mayo ("Tengo la firme convicción de haber servido con lealtad y apasionada entrega al pueblo de nuestra entidad...Por mi cariño entrañable al Estado, mi indeclinable pasión a la paz y al progreso de la República...") no constituye sino una plataforma elemental en espera de primeros pasos. Creemos que la actitud planteada en estos textos no ha perdido validez o vigencia, porque, sin asumir como anecdótica la caída del responsable de los crímenes la juzgamos una parte mínima del proceso. Lo verdaderamente importante la democratización y la transformación de las estructuras está por venir. ¿Cuál podría ser una revisión, excesivamente sintética y rápida de algunas de las "lecciones" (para usar el lenguaje ejemplarizante de Bautista OFarril) de los hechos dolorosos de Puebla? Una primera, que sin esta represión extrema difícilmente se hubiese obtenido la reacción unánime de lo que se conoce como opinión pública. Se requirió un año de continua y salvaje persecución de los universitarios por parte de la iniciativa privada, el clero y las autoridades poblanas para que brotase la respuesta nacional de un sector. Con lo anterior no se pretende desde luego participar en el juego de moda, la "repartición de culpas". Sólo señalar, como ya lo hace en su texto Rolando Cordera, que una de las consecuencias de la despolitización es la internalización o internamiento de las reacciones ante los hechos represivos. De algún modo, la costumbre es aceptar como naturales los fenómenos limites, lo que se aplica tanto a la falta de respuesta ante el asesinato de Enrique Cabrera en diciembre del año pasado, como a la tranquilidad con que recibió en muchos sectores del Distrito Federal el alarde represivo usado al dispersar el miércoles 9 un intento de manifestación. Tal internalización es complicidad y voto directo: el apoyo evidente a las medidas arbitrarias, ilegales, represivas, es, sin duda, la incapacidad generalizada de advertir que se está frente a medidas arbitrarias, ilegales, represivas y declararse (críticamente) en consecuencia. Los universitarios de Puebla manifiestan haber llegado a otra conclusión: aceptar como satisfactorio un logro muy parcial es rebajar el contenido de una lucha. Por lo pronto, ellos establecen con claridad sus exigencias inmediatas: 1.- libertad para los tres estudiantes presos en el penal de San Juan de Dios, por los hechos del primero de mayo. 2.- Desaparición de la anticonstitucional Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material (presidida por el exsenador Eduardo Cué Merlo y cuyo presupuesto de 25 millones de pesos, se ha dedicado, afirman los estudiantes, a la agresión directa contra la Universidad Autónoma de Puebla). 3.- Cese masivo de las policías municipal y estatal de Puebla. 4.- Aclaración total de los hechos del primero de mayo y consignación de los responsables. 5.- Indemnización a los deudos de los universitarios victimados en el año y 20 días del gobierno de Bautista O'Farril. Nueva lección: sin que nadie la contradiga, la Dirección de Policía del D.F., asume las veces de vocero ideológico autorizado del régimen. En ese sentido hay que consignar las inadmisibles declaraciones de la Dirección (9 de mayo) donde, por su cuenta y nuestro riesgo, se decide: a) Darle la razón a Bautista OFarril en lo relativo a la "provocación" de los estudiantes poblanos el primero de mayo como parte de una"conjura" para desprestigiar los resultados de la gira presidencial. b) "Definir" de un tajo la actividad del Partido Comunista y atribuirle sin prueba alguna o sombra de prueba enfrentamientos, secuestros y asaltos. c) Asegurar como dato que establece el carácter de "conjura" de la manifestación, que se han "distribuido armas de fuego entre estudiantes". Tal dato como señala el editorial de Excélsior (10 de mayo) "fue desmentido por el hecho de que la policía, según información oficial, se presentaría desarmada a evitar la manifestación". Todo es "lección" en el país de la acumulación de impunidades. La renuncia de Gonzalo Bautista será una caída política pero no es la aplicación de la ley. Se dice con el tono quedo de quien- sabe de política: "¿Qué peor castigo para un hombre que la pérdida del poder?" Y se agrega algo referente a la necesidad de no ser iluso. Lo que no se quiere advertir es que cualquier posibilidad democratizada se verá liquidada de antemano mientras se produzca en el vacío. ¿Qué credibilidad puede existir para un diálogo si continúan impunes los responsables del 2 de octubre, del 10 de junio, de los asesinatos de Culiacán, Monterrey y Puebla, de las incontables matanzas de campesinos? La urgencia oficial de cambio ha sido un proyecto quizás bien intencionado que ha demandado como prueba de confianza en la buena voluntad, nuestra amnesia. Porque crímenes de la naturaleza de los citados, de ninguna manera consienten la designación de "anécdotas" o "lamentables fenómenos inevitables en un proceso de crecimiento". Son definiciones esenciales de un sistema, no contingencias sangrientas. Como sea, la tragedia de Puebla y la secuela de actos represivos que trajo consigo, han oscurecido de modo abrumador la actividad política tradicional. En lo referente a la triste y deprimente "campaña de diputados", lo más previsible ha sido lo más deplorable: ni una sola declaración de candidato alguno en torno a lo que es un hecho político de la más alta significación nacional y de las más drásticas consecuencias. Nada sorprendente, este silencio se integra a la perfección con el silencio profesional y vocacional de los candidatos, con su imposibilidad de emitir un programa y una ideología que demostrasen que la campaña es algo más que un trámite administrativo. Frente al deterioro comprobable y creciente de un aparato político, el principio de un auge en las luchas democráticas de masas, la insistencia en la autonomía de movimientos campesinos y obreros. En este contexto, la defensa activa de la función crítica de las universidades es indispensable cultural y políticamente. Y esa defensa debe darse, tanto contra el impulso genocida de las oligarquías como contra el culto irracional de la violencia que practican grupos de provocación sectaria. En un artículo de Excélsior (9 de mayo) Luis Villoro señalaba otra lección: "la amenaza del terror de la derecha no puede detenerse con la acción de grupos pequeños. Frente a ella existe sólo un antídoto: una organización de las fuerzas populares, con independencia del Estado, capaz de detener, mediante la acción de masas, la violencia". Siempre y al final de toda discusión o búsqueda de solución, se está llegando en México al mismo resultado. Una vez probada hasta el hartazgo la ineficacia de los viejos y viciados métodos políticos, el camino es la organización independiente y democrática de las masas. El tiempo es de las mayorías. Y por eso resulta, por ejemplo, tan inútil como demagógica la promesa del nuevo gobernador de Puebla, Guillermo Morales Blumenkron: "gobernaré para todos los sectores, pero en especial para el estudiantil". Ese trato preferencial (admitiendo que se llevase a cabo), contradeciría el sentido mismo de la actividad crítica de los universitarios poblanos. Lo que a ellos les importa, lo que intentaban demostrar al repartir, en pleno uso de sus derechos constitucionales volantes el primero de mayo, era su entendimiento práctico de que los tratos privilegiados, las minorías selectas, representan el México desgastado y ruinoso, cuya superación inmediata es la exigencia y la necesidad común. CM ***Revista, Siempre! Presencia de México, número 1039, 23 de mayo de 1973, pág. 2,suplemento La Cultura en México.
Curriculum Vitae Nombre: Carlos
Monsiváis Aceves.
Libros publicados Antología de la
poesía mexicana del siglo XX. México,
Empresas Editoriales, 1966. Premios y
reconocimientos Doctorado honoris causa Universidad de
Sinaloa; Maestro honoris causa Universidad del Estado de México, 1980; Premio
Nacional de Periodismo 1978; (Crónica); Premio Jorge Cuesta; Premio Mazatlán; Premio de
Periodismo del Club de Periodistas 1994; Primer Premio Nacional de Periodismo por su
trabajo difundido en 1993 en el XXV Certamen Nacional de Periodismo del Club de
Periodistas de México, A.C. marzo de 1995; Premio Xavier Villaurrutia 1995; Doctorado honoris
causa, Universidad Autónoma Metropolitana 1995.Doctorado honoris causa Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, 2000. Los
mexicanos se pintan solos Por Ricardo
Cortés Tamayo Dibujo de Alberto
Beltrán El
bibliotecario ¿Cómo serán los
bibliotecarios en otros países? Sepa la bola. El de México, cosa curiosa, es como los
mexicanos. Serio y responsable si se le hacen encargos importantes; risueño y jovial
cuando los cumple o goza del recreo de la media jornada. Digno: no siempre parece que se
tragó la escoba ni menos que se le haya metido en el esófago el gato de las cosquillas. Todos lo conocemos mucho y poco,
según y conforme la voluntad o la exigencia nos echaron a rondar entre libros,
devorándolos, comiéndolos a tenedores puntillosos; nada más probando su bocado por no
dejar. Es virtuoso de los libros, por serlo
varón abnegado; pues si bien hay códigos laborales y estatutos jurídicos justiprecian
su tarea, tiempos largos se pasó velando las armas del conocimiento por tan ruin soldada
que apenas le permitió, en la media jornada del recreo, ingerir el escaso refrigerio
escapado a la mucha familia. ¿Será porque buena parte de las
bibliotecas de México están instaladas en antiguas iglesias, que les llamamos templos
del saber? Los frívolos dirán misa, pero lo cierto es que él es sacerdote frente a su
altar, entre sus naves, a cada solicitud (boleta de por medio que antes apuntó de
clasificaciones guías el experto) oficiando el vino de las consagraciones. Se le advierte que para dormir
repasa uno a uno los títulos de "sus" libros y se atribula pensando que algo
haya pasado a las páginas amigas y a las ilustraciones valiosas. Se le conoce que picado
de la tarántula de la bibliofilia quisiera contar en los estuches de una imposible
estantería personal, las joyas de "su" biblioteca. Ahora que la bibliotecaria
es como si en la iglesia y sus naves olorosas a polvo de incienso y vitral de pastas
multicolores, se metiera una paloma y su roce en el viento perturbara nuestra oración. El estudiante "La gran causa estudiantil ha
procedido en forma idealista y generosa". Nabor Carrillo ¿Será éste el machetero que no
levanta las narices del texto y se saca callos en los fondillos sentado en primera fila
del aula? Porque de que sabe, sabe; se quema las pestañas; es el campeón de los dieces.
¿Será el que se come el hervor social a fórmulas que después va a deglutir en citas de
postín, llámese Sanborns, o de otro rótulo? ¿O el deportista presuntuoso que
resuelve su vivir entre una competencia y una porra; o el calienta libros bajo la axila,
aprendedor por ósmosis? ¿ O, en fin, el que pasa las horas a fandangos; o haciéndole al
loco entre maromas de baile y bohemias de guitarra...? Porque existe la opinión pública
que toma cada una de estas especies por la privativa del estudiante. Es difícil definir al estudiante,
pero en México y en China fuera de las ocupaciones lógicas que lo pintan
una, maravillosa, lo connota: la juventud, gloria eterna de eterna ilusión. Mas
ninguna juventud estudiantil en México y tal vez ni en China fue anteayer,
ayer ni es hoy una de "rebeldes sin causa"; pues no debemos confundir con ella
la vagancia de niños bien, juniors o simplemente vagos y malvivientes, enfermos de
imitación extralógica y culpable. El estudiante de México de
todos modos eco de la transitoriedad de su tiempo- mas de todos modos estudioso, es éste
que de repente olvida el libro y el aula porque la vida, que es una mujer bonita, pasa;
éste que se distrae y desenfada, ríe y bromea, baila, compite, concursa, conversa, grita
y que, también se rompe el codo del vestido en el pupitre y la biblioteca y se intoxica
de café para presentar las pruebas finales. Es esta juventud que lleva la inteligencia
como antena de sensibilidad suprema y cuando llega la hora cero del reclamo social
que por su sensibilidad vigila es capaz de dar en aras de su vida juvenil. Es
éste que desde la historia tantas hermosas tareas viene suscitando para crecer a México. | Comentarios y
Sugerencias: Tiempo Universitario es una publicación del Archivo Histórico Universitario de la Benemérita Universidad
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