Año 5, número 14
H. Puebla de Z. a 18 de julio de 2002

Historia de la Facultad de Economía de la UAP

Vista parcial de uno de los edificios de la facultad de economía. Foto Armando López Vázquez.
A

mediados de la década de los sesenta el estado de Puebla vive una vertiginosa etapa de transformaciones en su estructura económica, mismas que alteran de manera sustancial su faz política, social y cultural. Por un lado, la industria textil –que había sido el pilar de la economía poblana— entra en una fase de profunda crisis, debido a la incapacidad o al desinterés de los dueños de los establecimientos por modernizar sus fábricas, de acuerdo con los avances tecnológicos de la época. A excepción de algunos núcleos –sobre todo los de origen libanés— la mayoría de los industriales textiles permaneció anclado en el viejo sistema productivo, lo cual provocó que fuesen desplazados del mercado.

Empero, por otro lado, por esos años la entidad ingresa al umbral de la modernización industrial, gracias al ambicioso programa de inversiones que impulsa el gobierno federal a través de Nacional Financiera (nafinsa), y al programa de estímulos fiscales que promueve el gobierno estatal. Se calcula que estos programas implicaron la erogación de mil 500 millones de pesos 1. Estas iniciativas, aunadas a hechos tales como de la autopista México-Puebla en 1958 y el mejoramiento del corredor Puebla-Orizaba –que apuntalan el sistema de comunicaciones de la entidad— propician que se instalen en Puebla empresas con tecnología de punta como Volkswagen (1964), Hylsa (1969) Textiles "El Centenario"(1962), Productos Pelikan (1963), Federal Mogul (1969), Convermex (1968), Alumex (1965), Cometra (1960), entre otras otras, provocando así que el estado se transforme en uno de los principales polos de desarrollo e conómico del país.

Como era de preverse, tales hechos trajeron consigo todo un cúmulo de cambios y transformaciones en las diversas esferas de Puebla, que dejó de ser una entidad provinciana para convertirse en una entidad sometida a los ritmos y exigencias de las sociedades inmersas en el desarrollo industrial, situación que se presentó principalmente en la zona conurbada de la ciudad capital.

Del mismo modo trajeron consigo nuevas necesidades, sobre todo la de contar con expertos, técnicos, obreros especializados y profesionistas en los campos que se abrían con la modernización económica de la entidad. No sólo las nuevas empresas requerían de este personal, sino también las diversas dependencias del sector público, las cuales, frente al gran crecimiento que experimentan, se ven obligadas a descentralizarse, como en los casos de las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, Comunicaciones y Transportes, Reforma Agraria, Agricultura y Recursos Hidráulicos, Banrural, y otras.

Es en ese contexto que surge la carrera de economía de la Universidad Autónoma de Puebla.

Consejeros que solicitan la creación de la Escuela de Economía, en la sesión del Consejo Universitario del 30 de noviembre de 1964.

 

Lic. Jorge Ávila Parra; C.P. Pedro Salazar Benítez; C.P. Félix Cortés Campos; Lic. Gustavo Hernández Sarmiento; Dr. Manuel Gil Barbosa; Dr. Julio Glockner; Dr. Rolando Revilla Ibarra; Dr. Virgilio Beltrán López; Cir. Dent. Roberto Pliego Pastor; Arq. Jorge Belchez Landero; Profr. Héctor Gómez Calzada; Ing. Luis Rivera Terrazas; Dr. José Garibay Ávalos; Rafael Figueroa Silva; Juan José Barrientos; Ramón Beltrán López; Luis Ponce Ramírez.

 

En la sesión del Consejo Universitario del 30 de noviembre de 1964, 17 integrantes del mismo presentaron a dicho órgano la petición de crear para el año escolar de 1965 la Escuela de Economía, exponiendo , entre otros, los siguientes motivos : " Es evidente que nuestro país se encuentra en el periodo de cambio de subedesarrollado o semicolonial al de país desarrollado o industrial; en otras palabras, México está en la transición de país típicamente agrícola al de país industrializado. En consecuencia, el fenómeno de la producción requiere una mayor orientación a fin de precisar las metas que trata de alcanzar la patria mexicana.....Para que sea posible llevar a cabo la tarea de orientación, es necesario que haya elementos capaces, técnicamente preparados, que se encarguen precisamente, tanto en el terreno privado como en el público, de seguir adelante en el desarrollo de la industrialización del país...Estos elementos capaces, toca a las universidades del país darles la preparación debida, desde luego, con conocimientos suficientes que permitan ayudar tanto al sector público como al privado, a resolver los problemas tan complejos que se presentan, y que de ningún modo podrían dejarse al azar la solución de los mismos....Las actividades del economista en la actualidad son muy importantes...." 2. El documento de referencia culminaba con las siguientes palabras: "Así, pues, tanto por motivos económicos, docentes y culturales, queda fundamentado que en nuestra Universidad Autónoma de Puebla, es de urgente necesidad crear para el año próximo la escuela que venga a resolver todos estos problemas planteados anteriormente, y por todo lo expuesto, los suscritos miembros del Consejo Universitario piden: (único) que para el año próximo escolar se establezca la licenciatura en Economía" 3.

La propuesta fue aprobada por unanimidad, iniciando la Escuela de Economía sus cursos en abril de 1965.

Antes de abordar lo concerniente a la situación de la escuela en sus primeros años de vida, permítanos el lector hacer referencia al ambiente que predominaba en la UAP a mediados de los sesenta.

El ambiente de la UAP en los años de 1964 y 1965

Primera generación de egresados de la escuela de economía: Aranda Domínguez Apolos Agavo, Alarcón Hernández José, Apan Osorio Juan, Barrientos de la Rosa Carlos, Bautista Huerta Gonzalo, Bautista Aguilar Alberto, Barrales Montes José Luis, Carral Santibáñez Julia Lilia, Ceballos Benítez Antonio Armando, Cinco Arenas Aurelio Cristóbal, Connors Guerrero Juan Manuel, Díaz Gutiérrez Román, Escárraga Soto Ana María, Guerrero Pandal Martha Gloria, Hernández Avilés Ramón, Hernández García Humberto, Hernández Mora Manuel, Hernández Monterrosas Carlos, Juárez López Daniel, Leal Guevara Andrés, López Cruz Ignacio, López Lozada José Luis, López Aja Pouget Javier, Luna Romero Gaudencio, Meneses Ruiz José Mario Tomás, Meza Rojas, Patricia, Morales Ibarra Héctor Raúl, Moreno Alarcón Jesús, Ochóategui Cortés Juan Manuel, Peña Dattoli Jaime, Ramírez García Filomeno, Ricaño Bustillos Consuelo, Ruiz Vidahurrazaga José, Vargas Rubio Daniel Ezequiel, Vega Sánchez Felipe Eduardo, Villa Issa Luis Alejandro. Foto proporcionada por José Alarcón.

La creación de la Escuela de Economía surge en un contexto de transformaciones fundamentales en la vida de la UAP. Así, en 1963 el movimiento democrático universitario –gracias a las luchas que venía librando desde varios años atrás— obtiene un triunfo fundamental, cuando el entonces gobernador Antonio Nava Castillo acepta promover ante el Congreso local una nueva ley orgánica en la que se superasen las restricciones a la autonomía de la institución . Habría que recordar al respecto que en 1956, bajo el gobierno de Rafael Ávila Camacho, el Congreso aprobó una ley orgánica en la que se contemplaba la autonomía, pero ésta era restringida porque las principales autoridades de la institución eran nombradas por un Consejo de Honor, integrado en su mayoría por profesores de pensamiento conservador. En la elaboración del proyecto de nueva ley orgánica de 1963 convergieron los jurisconsultos más lúcidos de las corrientes universitarias en pugna, lográndose de este modo, como se dice en nuestros tiempos, un "proyecto consensado".

El primer rector electo bajo la nueva ley orgánica de 1963 que dio lugar a la autonomía universitaria fue el doctor Manuel Lara y Parra, destacado profesionista y hombre de ideas liberales que había participado en las luchas desplegadas por los universitarios progresistas contra las fuerzas conservadoras y de la ultraderecha que lograron detentar el control de la universidad durante varias décadas. Durante su rectorado se impulsan varios proyectos relevantes para el desarrollo académico y cultural de la institución, entre ellos la fundación de las escuela de Filosofía y Letras -y, como anotábamos, la Escuela de Economía—, la reorganización del sistema de bibliotecas, la fundación de la editorial universitaria y la creación de los departamentos de música y de antropología.

Durante su rectorado, además, la universidad logró salir avante de uno de los conflictos más graves que ha enfrentado en sus relaciones con el gobierno : nos referimos al conflicto que se suscitó en 1964 a raíz de la Ley sobre Producción, Introducción, Transporte y Pasteurización y Comercio de la Leche que impulsó en agosto de ese año el gobernador Antonio Nava Castillo, la cual sacrificaba a los pequeños productores lecheros en beneficio de un monopolio manejado por un puñado de empresarios y políticos locales 4.

Temiendo que tal iniciativa trajese consigo la extinción de su fuente de vida, los pequeños productores de leche deciden emprender un movimiento de protesta, para lo cual recurren a los universitarios de la uap, quienes no titubean en brindarles su apoyo. No era, desde luego, la primera vez en que se producía una confluencia semejante : en diversas etapas de la historia de la institución —principalmente en 1961— la alianza de los universitarios con las clases populares había resultado fundamental para echar abajo determinados proyectos de alza de precios que afectaban a los sectores sociales más desprotegidos.

Los resultados de la alianza entre los universitarios y los pequeños productores de leche no tardaron en cristalizar, provocando que amplios sectores sociales se sumaran a la lucha protagonizada por éstos. Al constatar esta situación, el gobierno de Nava Castillo decidió reprimir al movimiento, creyendo que esa era la única forma de frenarlo, pero las cosas sucedieron al revés. Así, el 13 de octubre de 1964, mientras se llevaba a cabo en el zócalo de Puebla un acto de apoyo a los lecheros —al que habían acudido no menos de cinco mil personas— la fuerza pública intervino para reprimir a los manifestantes, aprehendiendo a varios de ellos, entre quienes se encontraban Ramón Danzós Palomino, Bruno Martínez, secretario nacional y estatal de la fioac, respectivamente, y el líder campesino Doroteo Fernández de Lara.

La represión, lejos de aplastar al movimiento, por el contrario desencadenó la indignación de amplios sectores sociales, quienes decidieron sumarse al movimiento protagonizado por los lecheros y los universitarios. En el transcurso de un mes el malestar se extiende a lo largo y ancho del estado.

Incapaz de resolver el conflicto, Nava Castillo se ve obligado a renunciar, logrando así el movimiento universitario popular un triunfo importantísimo, convirtiéndose en un hito fundamental para las luchas que habría de librar en los próximos años.

Ello se tradujo en la UAP en un ambiente proclive a las transformación académica y cultural que permitió el impulso a proyectos que reforzasen las relaciones de la institución con su entorno social, como la creación de la escuela de Economía.

Los primeros años (1965-1972)

En el salón Barroco en 1966 se efectuó el primer simposium sobre problemas económicos de México organizados por la naciente escuela de economía de la UAP. De pie el primer director de la Escuela de Economía Luis Alberto Gaytán Rojo, a su izquierda Gilberto Loyo doctor en economía, secretario de economía nacional de 1952-58; Fernando Zamora Millán; David Ibarra Muñoz jefe de la división de estudios superiores de la facultad de economía de la UNAM (1965-69) y secretario de la secretaría de hacienda y crédito público (1977-1982).

La Escuela de Economía inició sus actividades en el primer patio del edificio Carolino, el 5 de abril de 1965, con tres grupos, dos matutinos y uno vespertino.

En la primera generación ingresaron 180 alumnos (de los cuales sólo egresaron 36).

Ante la inexistencia en Puebla de profesionistas de esta carrera, estuvo constituida por una planta de maestros formada principalmente por abogados y contadores públicos . No existían economistas, carrera que era casi desconocida en la región 5.

De ahí que no fuese casual que en su primera época la escuela tuviese un sesgo marcadamente orientado a la contabilidad y la administración 6. Así, entre las principales asignaturas figuraban tres cursos de contabilidad (contabilidad 1, 2 y 3), el tercero de los cuales era análisis e interpretación de estados financieros 7. Quienes ya habían cursado la carrera de contador público, podían revalidar materias y obtener la licenciatura en un tiempo menor. De ahí que no fuese casual que en la lista de primer ingreso hubiese varios contadores.

Al principio dicho centro de estudios no tuvo director sino más bien un comisionado nombrado por el H. Consejo Universitario, esto es, el contador público Félix Cortés, uno de los promotores más entusiastas de su fundación 8.

El primer director, ya formalmente economista, fue el licenciado y contador público Luis Humberto Gaytán Rojo (1965-1966), quien también era profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. Éste estuvo unos cuantos meses al frente de la escuela, siendo sustituido a principios de 1966 por el licenciado Manuel López Gallo, un destacado economista, autor del libro Economía y Política en la Historia de México, uno de los primeros libros –si es que no el primero— de historia económica de nuestro país escrito con el método del materialismo histórico 9.

Después de López Gallo, dirigieron la escuela Francisco Adame Díaz y Salvador Carmona Amorós, economistas provenientes de la UNAM , quienes la consolidaron en momentos críticos, cuando los subsidios federales y estatales eran retenidos con el propósito de evitar que prosperara el proyecto avanzado de universidad que impulsaban las fuerzas progresistas de la institución (liberales, y agrupaciones de izquierda de diversos matices, desde los comunistas hasta nacionalistas-revolucionarios).

Otro aspecto del simposium. Con la participación, de izquierda a derecha y con la cara al frente: Gustavo Romero Kolbec, Víctor Flores Olea , Pablo Gonzáles Casanova y Horacio Flores de la Peña. Fotos proporcionadas por Francisco Adame Díaz.

Es digno de mencionar el hecho sin precedentes en la UAP de que para la elección del director de la escuela para el trienio 1971-1974, el Consejo Técnico de la misma convocó en marzo de 1971 a los profesores y alumnos a votar, mediante voto universal y secreto, por la terna que se presentaría ante el H. Consejo Universitario para que éste nombrase al director de la escuela. En la lista se encontraban el propio director, Francisco Adame Díaz, y los profesores de mayor antigüedad, entre ellos Guillermo Hernández Monterrosas, Jaime Ornelas Delgado, Ramón Montalbán Franco, Roberto García Benavides, Francisco Javier Valdéz Bustamante, Salvador Carmona Amorós y Miguel Cordero Sosa. Resultaron con mayor número de votos Francisco Adame Díaz, Salvador Carmona Amorós y Roberto García Benavides, pasando a integrar así la terna correspondiente que se presentó al H. Consejo Universitario, quien decidió elegir al segundo.

En 1972 Salvador Carmona Amorós presentó su renuncia con carácter de irrevocable, siendo sustituido por el Sergio Corichi, quien duró sólo unos meses en el cargo.

Las reformas de los setenta

El director de la Escuela de Economía Francisco Adame Díaz, con los trabajadores universitarios, Francisco Javier Valdés, Sergio Fernández, Alejandro Toledo y Alfonso Yáñez. La bella dama no fue identificada. Foto DIDCAV.

El primer plan de estudios de la escuela de Economía de la UAP se basó al pie de la letra en el que se llevaba en su homóloga de la UNAM, lo cual no era de extrañar tomando cuenta que la mayoría de su primera planta de profesores provenían de la misma. Sólo las materias de contabilidad y matemáticas eran impartidas por profesores poblanos, esto es, los contadores Ascensión Camacho, Guillermo Hernández Monterrosas, así como el físico Fernando Castro 10.

En 1972, al arribar Jaime Ornelas Delgado a la dirección, se introduce una ferforma de gran relevancia, esto es, la introducción del plan semestral. Al año siguiente se estructura un nuevo plan de estudios en el que el pensamiento marxista tendrá una influencia preponderante en la orientación académica de la escuela. Mientras que en el anterior plan de estudios se enseñaba la economía política de Marx solamente en el primer semestre, en el nuevo su enseñanza se amplió a seis semestres 11. Habría que subrayar que la escuela de economía de la UAP fue pionera a nivel nacional en cuanto al peso de la economía marxista. Después la unam, el ipn y la mayoría de las escuelas de economía del país hicieron lo mismo.

Por esos años el marxismo era, sin duda, la corriente de pensamiento más avanzada en el orbe, dado que rasgaba el velo de las contradicciones políticas, económicas y sociales que envolvían a los pueblos.

Un factor fundamental que contribuyó a las reformas de referencia fue el triunfo del movimiento de reforma universitaria en 1972, llevando a la rectoría a un hombre identificado plenamente con sus ideales, esto es, el químico Sergio Flores Suárez. Esto ocasiona que en la UAP surja un ambiente propicio a la transformación académica, cultural y administrativa.

Otro factor que incidió en tales reformas fue la llegada a la escuela de un grupo de economistas mexicanos que habían realizado sus estudios de maestría en Esco Latina, uno de los centros más avanzados de Latinoamérica en lo que se refiere a la enseñanza e investigación en economía, el cual tenía su sede en Santiago de Chile. Entre ellos se encontraban Eduardo González, Arturo Huerta y Rogelio Huerta, quienes contribuyeron de manera decisiva a la superación académica de la escuela 12. Esco Latina surgió en el contexto del triunfo de la Unidad Popular en Chile, en 1972, hecho que provocó un gran entusiasmo en todo el hemisferio, propiciando, entre otras cosas, que diversos científicos sociales desplegasen un gran esfuerzo orientado a diseñar proyectos económicos apropiados para la realidad económica y social de las naciones latinoamericanas, que durante muchas décadas estuvieron permeadas por la influencia de las teorías de la CEPAL y de otras escuelas en boga (vgr. la teoría de la dependencia de los brasileños Henrique Cardoso y Enzo Falleto), que si bien habían hecho contribuciones importantes, continuaban sujetas a todo un cúmulo de esquemas que les impedían encontrar soluciones de fondo a los principales problemas de los países latinoamericanos.

En una primera etapa la preponderancia del marxismo ejerció un impacto muy positivo en la escuela. Nos referimos al periodo que va de mediados de los setenta a mediados de los ochenta. Fueron los años en que se le concede una gran importancia a la investigación sobre la problemática económica del estado y de la región. Con este propósito se crea el Taller de Coyuntura Económica, encabezado por Eduardo González Ramírez, uno de los más brillantes economistas del país en ese tiempo. En esos años, asimismo, adquiere una gran fuerza la tesis de articular la enseñanza con la investigación, no sólo entre los profesores, sino también entre los estudiantes.

Sin temor a equivocarnos, podríamos aseverar que en esa etapa la escuela de Economía se consolida académicamente, diseñando no sólo un plan de estudios propio—de acuerdo con la realidad económica y social del estado de Puebla— sino además poniendo en marcha todo un cúmulo de proyectos encaminados a enraizarse en su entorno social.

Por esos años la escuela recibe una gran influencia del Partido Comunista Mexicano, que pasa a convertirse en la organización hegemónica de la uap. Pero, a la vez, dicho centro de estudios se convierte en una de las principales –llamémosle así- "proveedora de cuadros" para dicha organización, lo cual no era de ningún modo casual, ya que, reiteramos, en ella había adquirido una gran importancia el estudio del marxismo.

De este modo, la clase política universitaria comienza a experimentar una transformación muy notable : así como en décadas anteriores predominaban los licenciados y los doctores, a partir de mediados de los setenta los economistas pasan convertirse en uno de los más importantes sectores de dicha clase.

La crisis de los ochenta

Grupo de economistas en el XXV aniversario de la fundación de la Escuela de Economía. Foto proporcionada por Gonzalo Bautista Huerta.

Como sucedió no sólo en México sino en casi todo el mundo, una vez que el marxismo se convierte en algo semejante a una "ideología oficial", fenómeno concomitante a la petrificación de la mayoría de los partidos comunistas ( fenómeno que tiene su consiguiente expresión en la crisis de los entonces llamados "países del socialismo real") el peso de tal corriente de pensamiento en la escuela de economía de la UAP propicia que ésta ingrese a un periodo de estancamiento académico. Lejos de la vitalidad que el marxismo había impulsado en la escuela desde mediados de los setenta, hacia finales de la década de los ochenta se convierte en un verdadero fardo para la superación de la misma.

En los primeros años de la década de los ochenta la planta de profesores ya intuía la necesidad de introducir reformas profundas en los planes de estudio de la escuela, debido, fundamentalmente, a las consecuencias que trajo consigo la crisis económica de 1982, en la que se vinieron abajo las previsiones fundadas en la prosperidad petrolera. A partir de entonces comienzan a entrar en crisis las políticas keynesianas en las que se había sustentado el llamado "Estado de Bienestar", las cuales ya nunca más pudieron volver a recuperar su vitalidad. 13

Del mismo modo, se agudizan los ya graves problemas de las economías de los llamados países del socialismo real, principalmente en el bloque de naciones de la URSS.

Todo parecía indicar, pues, que los paradigmas teóricos que sancionaban la intervención del Estado en la economía ya estaban en crisis.

Esa situación, como era de esperar, no podía menos que impactar la situación de las escuelas de economía, principalmente a aquéllas que basaban sus planes de estudio en el pensamiento marxista.

En un documento elaborado en esa etapa por la planta de profesores de la escuela, se señalaba : "El momento que hoy vive nuestra escuela es definitorio para su futuro. Las bases sobre las que ha venido funcionando por lo menos desde 1975, hoy dan muestras claras de un agotamiento que, o es remontado mediante un vuelco que genere espacios y prácticas para un largo aliento, o corremos riesgos de que se involucione y se ahonde el estancamiento por el que hoy atravesamos" 14.

Empero, aparte del agotamiento académico, había señales inequívocas de decadencia orgánica de la escuela. Así, en el mismo documento citado en líneas anteriores, se decía al respecto: "La vida académica real se encubre con una vida académica aparente, en donde la disciplina se encuentra sumamente relajada y todo mundo la tolera. Se buscan salidas individuales a las deficiencias generales; la falta de vida académica se reemplaza buscándola afuera; los grupos académicos acortan la duración de la carrera; la irregularidad de los estudiantes, que se va tolerando, se agudiza en los últimos semestres, cuando se busca egresar con la generación que se ingresó y para ellos se piden medidas de excepción que lo posibilitan...Esto deteriora el funcionamiento académico generando situaciones formales, en cuanto a que los estudiantes ‘hacen como que estudian’, y los profesores ‘como que enseñan’ " 15.

Y, aunque se adoptaron algunas iniciativas –entre ellas un Foro- tendientes a resolver la problemática de la escuela, ésta en lo fundamental continuó en la misma situación.

El único proyecto de relevancia que se impulsó en esos años fue la creación de un Centro de Investigación y Comunicación, en 1983, a través del cual los profesores y alumnos de la escuela lograron realizar investigaciones notables sobre la problemática económica de la entidad y de la región, mismas que eran socializadas a través de varios medios informativos de Puebla 16.

En los años de 1984-1985 se impulsan algunas reformas al plan de estudios, pero las mismas no lograron crear un curriculum que le permitiera a la escuela superar las limitaciones que traía consigo el peso excesivo de un marxismo edulcorado y rígido, hecho que contribuía de manera decisiva a la sobrepolitización de los profesores y los estudiantes.

Las causas de fondo de tal situación obedecían al hecho de que, si bien la planta de profesores –reiteramos- advertía que soplaban vientos de cambio en el país y en el orbe entero, aún la misma no había logrado superar la influencia del boom petrolero que había estallado en el periodo presidencial de José López Portillo, fenómeno que afectó a todas las corrientes de pensamiento económico del país.

A pesar de la recesión que sufrió el país en los ochenta –fenómeno que se presentó en la mayoría de los países capitalistas- la mayoría de los economistas estaban convencidos de que la crisis iba a superarse a corto o mediano plazo. En otros términos : prevalecía una actitud optimista respecto a las tendencias de la economía mundial y del país.

Las reformas de los años noventa.

Relación de directores de la Facultad de Economía

No.

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Nombre

Luis Humberto Gaytán Rojo
Manuel López Gallo
Francisco Adame Díaz
Salvador Carmona Amorós
Jaime Ornelas Delgado
Sergio Corichi Flores
Rogelio Huerta Quintanilla
José Luis Cardona Ruiz
Víctor Espíndola Cabrera
Camilo Estrada Luviano
Jaime García Barrera
María Eugenia Martínez de Ita
Gonzalo Vera Álvarez
Dante Méndez Jiménez
Jaime García Barrera
Judith Chaffee and Hooper
Dante Méndez Jiménez

periodo

1965-1966
1966-1968
1968-1971
1971-1972
1972-1973
1973-1975
1975-1978
1978-1980
1980-1982
1982-1985
1985-1988
1988-1991
1991-1992
junio 1992
1992-1996
1996-2000
2000-2004

A fines de los ochenta y principios de los noventa, como es del conocimiento público, se derrumban los llamados países del socialismo real, hecho que provoca un desmoronamiento de los paradigmas en que se sustentaban tanto el "Estado Benefactor" como las economías socialistas.

En contrapunto, surge el proyecto neoliberal con su dominio total de las leyes del mercado. Las políticas económicas puestas en marcha en los Estados Unidos (la llamada reaganomics) e Inglaterra (bajo Margaret Thatcher) le abren paso a las políticas monetaristas, que poco a poco -a través de instituciones como el Fondo Monetario Internacional - se irán imponiendo en la mayoría de las naciones.

Todos esos fenómenos llevaron al fortalecimiento del mercado y a la reducción de la intervención en la economía. La mayoría de los gobiernos de las naciones capitalistas comenzaron a aplicar políticas –como sucedió en México- que privilegiaban el combate a la inflación, en lugar del crecimiento económico.

Frente a tal problemática, la planta de profesores de la escuela de economía de la UAP decide impulsar una reforma de fondo al plan de estudios de la misma, con el fin de que estuviera abierta a las nuevas corrientes de pensamiento económico, incluyendo la monetarista. Se introdujeron, además, asignaturas que en los años anteriores casi no tenían importancia, vgr. las matemáticas, la econonometría, la estadística, etc., a las que otrora no se les confería importancia porque se pensaba que eran simples "asignaturas técnicas".

Sin embargo, la planta de profesores evitó el error de superar el dogmatismo marxista por un nuevo dogmatismo (el de las escuelas que predominan en la actualidad, principalmente la monetarista) ; para evitar ese error decidió adoptar una postura ecléctica 17.

En síntesis, pues, la escuela de economía de la BUAP ha logrado superar sus limitaciones, poniéndose en correspondencia con los signos de los tiempos. En la actualidad, a diferencia de lo que sucedía en años anteriores (cuando la escuela preparaba básicamente cuadros para trabajar en el sector público), hoy dicho centro de estudios ha diversificado sus opciones terminales, con el objeto de que sus egresados puedan actuar en los más diversos ámbitos sociales.

En 1995, al celebrarse el 30 aniversario de la escuela, se creó la maestría en economía, lo cual le permitió convertirse en facultad. Los egresados de licenciatura pueden realizar dicha maestría optando por sus diversas vertientes, por ejemplo Finanzas Corporativas, Comercio Internacional, etc.

*Agradecemos las aportaciones y sugerencias a este texto
de los licenciados Jaime Ornelas Delgado, Francisco Adame Díaz y Jaime García Barrera.


1 Lomelí Vanegas, Leonardo, Breve Historia de Puebla, Fideicomiso Historia de las Américas, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, México, pág. 384.
2 Petición al H. Consejo Universitario de la UAP para la creación de la Escuela de Economía, 30 de noviembre de 1964.
3 Ibid.
4 Gatica, Nora, El movimiento estudiantil popular de Puebla en 1964, Tiempo Universitario, Gaceta Histórica de la BUAP, No. 17, 23 de septiembre de 1999.
5 El entonces rector Lara y Parra comentaba al respecto, "En nuestra ciudad carecíamos de los suficientes elementos parra formar una planta de profesores de economía con la experiencia y el conocimiento necesarios". Vid.La lucha Universitaria en Puebla, edición del autor, pág. 123.
6 Entrevista de Alfonso Yáñez Delgado con Francisco Adame Díaz, director de la escuela de economía en los años de 1968-1971.
7 Ibid.
8 Lara y Parra, Manuel, Op. Cit., pág. 122.
9 La primera edición de este libro estuvo a cargo del Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (STERM). Fue un trabajo que en su tiempo tuvo una gran influencia en las escuelas de economía del país. Vid. Entrevista de Alfonso Yáñez Delgado con Francisco Adame Díaz.
10 Ornelas Delgado, Jaime, "Fundación de la Facultad de Economía de la BUAP", ensayo inédito. Junio de 2000.
11 Entrevista de Humberto Sotelo con Jaime García Barrera, director de la escuela de economía en los años 1985-1988, y de 1992-1996.
12 Ibid.
13 Ibid.
14 Elementos para la elaboración de un programa de trabajo para la escuela de economía (1982-1983), Mimeo.
15 Ibid.
16 Proyecto de creación del centro de investigación y comunicación de la escuela de economía de la UAP, julio de 1983. Mimeo.
17 Entrevista de Humberto Sotelo con Jaime García Barrera.

 

 

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