Escuela Preparatoria Regional Simón Bolívar Por Walter Fernado Vallejo Romero
n el marco del nuevo impulso que se le está dando al proyecto de regionalización universitaria, vale la pena recordar los antecedentes históricos de una de las escuelas pioneras de dicho proyecto y cuya actividad, junto con la de las otras preparatorias, ha contribuido a modelar el peculiar perfil del bachillerato universitario. La historia de la Escuela Preparatoria Regional Simón Bolívar denota el compromiso de la comunidad preparatoriana universitaria de aportar su generosa colaboración para legar a Atlixco un centro educacional cuya actividad ha contribuido tanto a la elevación cultural de la población como a la conformación de una conciencia social crítica en la región. Testimonios: Abel Piedras García, Rubén Romero Corona y Efrén López Ramírez. Investigación previa: Julia Verónica Bautista Durán.
Origen y desarrollo de la escuela
n los sesenta, existía en Atlixco la Escuela Preparatoria por Cooperación Atlixco, dirigida por un médico militar, el teniente coronel Luis Sánchez Domínguez. En 1963, el matemático Jesús Pérez Romero creó el Grupo Social y Cultural Maestro Antonio Caso, en el que participaban, entre otros, los profesores Alfonso y Manuel Martínez Pérez así como el economista Facundo Arias. Su tarea era la de realizar labor social y académica, conferencias, exposiciones, cursos de regularización y servicio de biblioteca. A finales de los sesenta, al ser sustituido Sánchez Domínguez como director por el profesor Pompeyo Tecanhuey, se le cambió el nombre a la escuela por el de Preparatoria Ignacio Ramírez, desapareciendo la Atlixco momentáneamente. Sánchez Domínguez, apoyado en el grupo Antonio Caso, organizó una nueva preparatoria Atlixco, que comenzó a funcionar en septiembre de 1970. La tarea de la preparatoria era doble: por un lado, elevar su nivel académico mediante cursos de formación docente, seminarios, mesas redondas, conferencias y otros eventos similares. Se realizaron seis cursos y dos congresos estatales de enseñanza de las matemáticas en el bachillerato, apoyados por la UAP, la SEP y la Sociedad Matemática Mexicana. Por otro lado, se realizaba una labor de tipo político que empataba la actividad de la escuela con los principios y el quehacer de la reforma universitaria, adoptando una posición a favor de la enseñanza laica, científica, latinoamericanista y nacionalista, lo que les enfrentó con las posiciones del conservadurismo.
Aunque se trataba de una escuela incorporada, no asimilada a la UAP, la preparatoria Atlixco participaba en las movilizaciones universitarias de la época y contaba con el apoyo de los rectores Sergio Flores Suárez y Luis Rivera Terrazas. En esa época se incorporaron a la docencia profesores como Abel Piedras García, Paz Diéguez Delgadillo, Martha Lilia Hurtado Figueroa, Irma Ariza González, Silvestre Rodríguez Zárate, así como Alicia y Lena Tecanhuey. Como las colegiaturas en la Atlixco eran altas y su horario no permitía el acceso de los trabajadores, los profesores Facundo Arias González, Martiniano Medrano Ibarra, Efrén López Ramírez, los hermanos Torres Jácome y Alberto Cordero Dávila fundaron una nueva escuela, la Preparatoria Nocturna para Trabajadores Simón Bolívar, que comenzó a funcionar en junio de 1975. La incorporada Simón Bolívar era dirigida por un Consejo de Gobierno encabezado por el director, Martiniano Medrano. Su horario fue de las cinco de la tarde a las diez de la noche. Algunos profesores que daban clase por la mañana en la Atlixco lo hacían por la tarde en la Bolívar. Como ambas escuelas se encontraban aledañas al zócalo, lo que hacían era atravesarlo para ir de una escuela a la otra. En 1975, casi simultáneamente con la creación de la Bolívar, dejo de funcionar el grupo Antonio Caso. En 1976, Sánchez Domínguez renunció a la dirección de la Atlixco y la escuela fue trasladada a las instalaciones de la Simón Bolívar. El edificio funcionaba por la mañana como Preparatoria Atlixco y por la tarde como Preparatoria Simón Bolívar, ambas incorporadas a la UAP. Aunque oficialmente eran distintas, en la práctica las dos escuelas trabajaban como una sola, con dos nombres, coordinación única y asambleas conjuntas. Incluso en algunos documentos se llegó a utilizar papel membretado con los nombres de las dos preparatorias. En 1977, los profesores de la Atlixco Bolívar crearon la Casa de la Amistad México-República Democrática Alemana. En 1978, faltando tres meses para terminar el semestre lectivo, un conflicto interno en la Atlixco Bolívar dio pie a que una parte de los profesores se retirara de la escuela, originándose una crisis en ella, por falta de personal docente. Algunos estudiantes de carreras profesionales originarios de Atlixco fueron invitados entonces a cubrir las plazas vacantes. La mayoría, eran miembros del Partido Comunista Mexicano (PCM) y así se incorporaron los hermanos Aarón, Manuel y Álvaro Castillo Suárez, Miguel Ángel Medel Gómez, Rafael González Vázquez, Servando Galindo Ríos, Maribel Terreros Medel y otros más, logrando rescatar el semestre. En estas fechas, el doctor en matemáticas Jesús Pérez Romero creó el Grupo Cultural José Martí con los profesores separados de la Atlixco Bolívar. La regionalización
Aunque venía gestándose desde tiempo atrás, en 1979 cobró fuerza un movimiento de asimilación de la escuela a la Universidad Autónoma de Puebla como preparatoria regional. A este proceso se le conoce como La Regionalización porque consistió en convertir la preparatoria incorporada en preparatoria regional. Esto no era bien visto por el clero atlixquense ni por los líderes de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) pues el rector de la universidad, Luis Rivera Terrazas, era miembro del PCM, y, como una significativa parte de los profesores de la preparatoria también eran miembros de ese partido o simpatizantes de la izquierda, preveían que la escuela regionalizada se convertiría en un bastión contra sus intereses. Incluso, el párroco de La Natividad, en un afán de exorcizar al comunismo, en ocasiones salía ceremoniosamente de la iglesia para rociar con agua bendita la fachada del edificio donde funcionaba la escuela, a unos pasos del templo. En julio de 1980, los profesores separados de la Atlixco Bolívar iniciaron actividades en una nueva preparatoria, la Ricardo Flores Magón, dirigida por el ingeniero Roberto Guyot Le Blanc, incorporándola también a la UAP. La nueva escuela fue instalada en el edificio donde funcionaba la otra, sólo que en diferentes aulas. El asunto de la regionalización provocó fracturas en los preparatorianos. Todos coincidían en su necesidad pero el director provisional, Martiniano Medrano, opinaba que debía darse cuando hubiesen sido resueltos todos los problemas de la escuela, lo cual podía demorarse varios años. Los profesores del PCM exigían la regionalización inmediata. El mismo año de 1980, en elecciones para coordinador definitivo de la escuela, fue nombrado el propio Martiniano Medrano. Al conocerse la noticia, el cura echó a vuelo las campanas de la iglesia y algunas personas agradecieron el milagro lanzando fuegos artificiales. La regionalización parecía quedar fuera de los planes inmediatos. Al iniciarse el año lectivo 1980-1981, Medrano decidió despedir a los profesores comunistas y expulsar a los estudiantes que simpatizaban con ese partido. Esto originó un levantamiento en su contra. Las instalaciones fueron tomadas y, en asamblea realizada los primeros días de agosto de 1980, se acordó desconocerlo como coordinador y nombrar en su lugar al profesor Aarón Castillo, del grupo comunista. El 15 de agosto, la escuela fue formalmente entregada ante notario público a la nueva coordinación. El nuevo coordinador declaró a la escuela como Preparatoria Popular. Los alumnos no pagarían ya ninguna mensualidad y los profesores no cobrarían sus simbólicos honorarios sino hasta que fuese concretada la regionalización. Por petición del rector de la universidad, los profesores de la Ricardo Flores Magón fueron invitados a reincorporarse a su preparatoria original y de esta manera quedaron cubiertas las plazas que dejaron vacantes los seguidores de Medrano. El 15 de agosto de 1980, la rectoría de la UAP designó al profesor Efrén López, el doctor Pérez Romero y la licenciada Lilia Alarcón Pérez para representar a la rectoría ante la comisión de representantes de las preparatorias Atlixco y Simón Bolívar, a fin de estudiar las posibilidades de concretar la regionalización. En las movilizaciones que se generaron para lograrla participaron destacadamente algunos estudiantes como Rubén Romero Corona, Lourdes Velázquez y Palacios, Rocío Roldán Rodríguez, Hugo Torres Martínez, Leobardo Garcés Ramos y otros más. La regionalización no era sólo una petición escolar sino que pronto se convirtió en demanda popular. El objetivo fue que la región contase con un centro de educación media superior, gratuito y de alta calidad académica.
Ya avanzado el proceso, el 15 de enero de 1981, Aarón Castillo Suárez, director de las preparatorias Atlixco y Simón Bolívar, y Roberto Guyot Le Blanc, director de la Ricardo Flores Magón, solicitaron formalmente a la rectoría de la UAP la fusión y regionalización de las tres preparatorias, proponiendo que la escuela resultante se denominase Simón Bolívar. El 27 de marzo de 1981, siendo rector el ingeniero Luis Rivera Terrazas, la Comisión de Incorporación y Revalidación de Estudios del Consejo Universitario de la UAP aprobó que la escuela fuese asimilada por la institución. Esto fue oficializado, por unanimidad, en el propio Consejo el 13 de julio de 1981. Al conocerse la noticia en Atlixco, tanto los preparatorianos como la población se llenaron de júbilo y se realizó una verbena popular en el zócalo. Para dirigir los trabajos de asimilación a la UAP, el Consejo Universitario designó una Comisión Coordinadora Provisional integrada por el físico Agustín Valerdi López, la psicóloga Jovita Viveros Olivera, el señor Octavio Navarrete, el profesor Efrén López Ramírez, el doctor Jesús Pérez Romero y la licenciada Lilia Alarcón Pérez. Al inicio del año lectivo 1981-1982, empezó a funcionar la Escuela Preparatoria Regional Simón Bolívar con 300 alumnos de nuevo ingreso, distribuidos en tres grupos matutinos y tres vespertinos, además de los que provenían de las escuelas precedentes, atendidos por una planta docente de 15 profesores medio tiempo, tres auxiliares de docencia, un entrenador y 22 profesores hora clase que, en su mayoría, habían sido docentes de las antiguas preparatorias. Los directivos El 21 de julio de 1981, la Comisión Coordinadora nombrada por el Consejo Universitario designó a los profesores Julián Torres Jácome, José de Jesús Jaime Aroche Ramos y Efrén López Ramírez como responsables de la recién regionalizada escuela, con la tarea de organizar el inicio de sus actividades. El 17 de septiembre de 1981 se nombró al arquitecto Jesús Aroche como coordinador provisional y, el 28 de mayo de 1982, se le eligió como definitivo, fungiendo como tal hasta 1984; a su renuncia lo sustituyó el licenciado Ambrosio Javier Luna Reyes, que cubrió un interinato de tres meses a finales de 1984 y principios de 1985; en marzo de este año fue designada coordinadora interina la química María de la Consolación Hernández Lima, quien fue electa coordinadora definitiva en enero de 1986, dirigiendo la escuela hasta enero de 1989, con un breve permiso de tres meses por maternidad (marzo-mayo de 1988) en el que fue sustituida por la consejera universitaria, la psicóloga Martha Lilia Hurtado. Al terminar la gestión de Hernández Lima, fue electo el arquitecto Manuel Mora Díaz, que fue coordinador hasta enero de 1993. En 1993, ya con una nueva legislación universitaria en la que los coordinadores fueron reemplazados por los directores, entró en funciones el médico Martín Carlos Romero Corona, quien cubrió el período de ese año a enero de 1997, cuando la dirección fue ocupada por el licenciado Francisco Javier Romero Luna, que fungió hasta 2001. Finalmente, el 8 de enero de 2001, tomó posesión el ingeniero Rafael González Vázquez, quien fue designado para cubrir el período de dirección de ese año a 2005. El edificio
La Preparatoria Regional Simón Bolívar comenzó a funcionar en 1981 en un edificio rentado en la calle 2 oriente N° 5 del centro de Atlixco. En este edificio, propiedad del ingeniero Guyot Le Blanc y que durante algún tiempo fue conocido como El Carolinito, había funcionado, desde 1975, la original preparatoria incorporada Simón Bolívar. Ante la insuficiencia de espacios físicos en el edificio, el Consejo de Gobierno de las escuelas Atlixco y Simón Bolívar había comprado desde 1976 un terreno baldío ubicado en la 4 poniente N° 404, atrás del ex cuartel, propiedad del capitán segundo de caballería Agustín Carvantes Olvera quien, en un gesto de altruismo, prefirió venderlo a la preparatoria en vez de hacerlo a otros compradores que ofrecían tres veces más, para que ahí fuese construido un edificio adecuado a las necesidades de la escuela. El costo fue de 220 mil pesos. El Consejo de Gobierno promovió el adelanto de las colegiaturas y organizó cooperaciones, ferias, kilómetros del peso y otros eventos para obtener los recursos necesarios para cubrir el monto de la compra. Como siempre que había crisis económica, los profesores dejaron de cobrar. Las etapas de construcción del edificio de la escuela ya regionalizada fueron tres. En 1983, una vez concluida la primera y siendo coordinador el arquitecto Aroche, se procedió a trasladar las instalaciones, a fin de desalojar el Carolinito y dejar de pagar renta. La idea de abandonar el Carolinito concitó la oposición de un número importante de profesores y estudiantes que veían el módulo recién construido como insuficiente para cubrir las crecientes necesidades escolares. Esto originó que, durante un tiempo, la preparatoria funcionara en dos sedes: en el nuevo edificio se ubicaron las aulas, la coordinación y un gabinete de atención médica dependiente del Hospital Universitario, mientras que en el Carolinito se mantuvieron la biblioteca, los laboratorios, un bufete jurídico gratuito y el Departamento de Investigación Regional y Estudios Sociales de la escuela. Fue en 1988, durante la coordinación de Consolación Hernández y con la presencia del secretario general de la universidad, el odontólogo Jaime Hugo Pérez Barrientos, cuando fue inaugurado el segundo módulo. El tercer módulo se concluyó en 1991, ya siendo coordinador el arquitecto Manuel Mora. Actualmente funcionan los tres módulos: en el primero se ubican las aulas y los laboratorios de inglés y computación, además del servicio de Internet; en el segundo se encuentran los laboratorios de ciencias (física, química y biología) y una sala de usos múltiples. Por último, en el tercero se ubican las oficinas administrativas, la biblioteca y cubículos para las academias. Existe, además, un anexo de construcción antigua remodelada en el que funcionan una cafetería, una sala audiovisual y otros cubículos. La investigación social El Departamento de Investigación Regional y Estudios Sociales (DIRES) fue una instancia de investigación social creada en octubre de 1981 y que, coordinada por el profesor Desiderio Ortegón Quintal, realizó importantes aportaciones para mejor conocimiento del entorno regional. El 26 de marzo de 1984, salió a la luz el primer boletín del DIRES dando a conocer los resultados de sus investigaciones. Este boletín fue publicado periódicamente durante casi cuatro años. Ortegón Quintal renunció a la coordinación del DIRES y a la escuela el 13 de julio de 1984. La coordinación vacante fue ocupada sucesivamente por los profesores Gertrudis García Guzmán, Aarón Castillo y Álvaro Castillo, apoyados por un grupo de pasantes y becarios.
El DIRES, además, se convirtió en un centro de actividad política regional. Ahí confluyeron los integrantes de los movimientos campesinos y de colonos de la región, recibiendo asesoría y apoyo logístico para la consecución de sus demandas. Aunque se mantuvo en estrecho contacto con la Confederación Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) y con los partidos políticos de izquierda, se evitó convertir al DIRES en un apéndice de estas organizaciones. Otra de sus actividades fue la realización de eventos culturales. La actividad investigativa, política y cultural del departamento, aunada a la que anteriormente habían realizado los grupos Antonio Caso y Jose Martí, contribuyó a consolidar un nuevo tipo de conciencia crítica regional, misma que marcaría su impronta en los movimientos políticos de la región durante los ochenta y los noventa. Durante su existencia, el DIRES fue un semillero de investigadores sociales y de líderes políticos que, ya fuera de la preparatoria, han dejado una huella perdurable. Esto se realizó cuando el dominio político de la CROM en Atlixco era indiscutible y eran muy pocas las voces que se atrevían a levantarse en contra del cacicazgo cromista dirigido por Eleazar Camarillo. En 1989, la administración central universitaria le retiró al DIRES los escasos apoyos presupuestarios con los que funcionaba y dejó de pagar la renta del local que ocupaba en el Carolinito. El departamento se trasladó entonces a una bodega del nuevo edificio donde se mantuvo en condiciones precarias. En noviembre de 1993 se publicó su último cuaderno. Aunque en la práctica dejó de existir, oficialmente nunca desapareció. Panorama académico Actualmente la escuela cuenta con una población de 1007 alumnos, distribuidos en 18 grupos matutinos y 12 vespertinos, atendidos por una planta docente de 32 profesores de tiempo completo, trece de medio tiempo y treinta de hora clase. En la Simón Bolívar los estudiantes asisten a clases portando uniforme de diario, aparte del deportivo que los caracteriza en los encuentros interpreparatorianos. La disciplina escolar es otra de sus características y, en este aspecto, se encuentra comprometido el cien por ciento de la planta docente. Los resultados de los egresados de la preparatoria en los procesos de admisión a las escuelas profesionales universitarias arrojan datos relevantes: El puntaje promedio de los estudiantes de la Simón Bolívar en el examen del College Board durante los últimos cinco años ha sido el siguiente: Año Calificación 1997 621 puntos 1998 667 puntos 1999 724 puntos 2000 734 puntos 2001 728 puntos
Por otro lado, el porcentaje de aceptación en las unidades académicas profesionales desde que se instituyó la aplicación del examen del College Board ha sido el siguiente:
Año Solicitudes Aceptados Porcentaje 1995 102 034 33.33% 1996 268 056 20.90% 1997 117 045 54.72% 1998 134 062 46.28% 1999 213 106 49.80% 2000 290 104 35.90% 2001 241 142 58.92% Según puede leerse en el Primer Informe de Labores del actual director, el ingeniero Rafael González Vázquez, en el examen realizado por el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) en junio de 2001, los alumnos de la Simón Bolívar obtuvieron el segundo lugar general de las ocho preparatorias que tiene la BUAP, muy cerca del primero y muy por arriba de la calificación media nacional. Todo esto denota una permanente preocupación de los directivos, los profesores y los estudiantes por cumplir con las funciones académicas que la escuela tiene encomendadas. Balance final
A partir de los hechos y datos mencionados, y haciendo un balance de lo avanzado a lo largo de poco más de dos décadas, se puede decir que la escuela ha cumplido con creces con los objetivos que le fueron inicialmente planteados: Se brinda servicio de educación media superior gratuita y de alta calidad a un millar de estudiantes. Existe estabilidad económica, política y laboral en el personal docente y administrativo. La preparatoria se ha convertido en una importante instancia del entorno cultural de Atlixco, organizando y participando en los principales eventos culturales de la región. Atlixco se ha convertido, a su vez, en uno de los pilares del proyecto de regionalización de la BUAP y la Simón Bolívar es un pivote fundamental en este proceso. Al respecto, en enero de 2001, en el marco de la toma de posesión del actual director de la preparatoria, el presidente municipal, José Luis Galeazzi Berra, anunció al rector, Enrique Doger Guerrero, la donación de un terreno de siete hectáreas a la universidad, para que ahí se inicie la construcción de un campus regional que permita, en un futuro cercano, ofrecer carreras profesionales universitarias en beneficio de la región. Su biblioteca, que funcionaba desde mayo de 1969 con el nombre de Maestro Antonio Caso y que, desde el 13 de julio de 1982, cambió su nombre por el de Ingeniero Luis Rivera Terrazas, es la mayor y más completa de toda la región, brindando sus servicios tanto a los estudiantes y profesores de la preparatoria como a la comunidad en general.
Semblanza bolivariana
eneral y estadista venezolano (1783-1830). Simón Bolivar participó en la Guerra de Independencia de Venezuela en 1810 pero, cuando ésta cayo de nuevo bajo el régimen colonial, se refugió en Curazao. En 1813, desembarcó en Nueva Granada (Colombia) y entró en Caracas donde fue proclamado Libertador. En 1814 se desterró en Jamaica. En 1816 regresó al continente. En 1819 en el Congreso de la Angostura presentó un proyecto de constitución y pugnó por la unión de la Nueva Granada y Venezuela. Después atravesó los Andes, dirigiéndose a territorio colombiano. Luego de su victoria en Boyaca (1819) entró en Bogotá y proclamó la República de la Gran Colombia, con Nueva Granada y Venezuela, de la que fue presidente. En 1822, se entrevistó con el general José de San Martín, que renunció a los poderes, entrando Bolívar en Lima en 1823. En 1824, después de la victoria de Antonio José de Sucre en Ayacucho, Bolívar puso fin a la dominación española en la batalla de Junín, (1824). El Alto Perú se constituyó en república que, en su honor, adoptó el nombre de Bolivia. Cuando regresó a Colombia en 1827, fue testigo de la guerra civil que separó a este país de Venezuela (1829). Perú abolió la constitución bolivariana y la provincia de Quito se proclamó país independiente, con el nombre de Ecuador. Al ver como se deshacía su obra, El Libertador renunció al poder en 1830 y se retiró a Santa Marta (Colombia), donde recibió la noticia del asesinato de Sucre, lo que aceleró su propio fallecimiento, ocurrido el 17 de diciembre de ese mismo año. Pensamiento Bolivariano Uno de los sueños de Simón Bolívar, expresado en 1826 en la Primera Asamblea Americana de Panamá, fue el de la unidad latinoamericana. Preveía que la ambición de los anglosajones norteamericanos era una amenaza para los países de América Latina y que sólo podía ser conjurada con la unidad de éstos. Su sueño no pudo concretarse y los latinoamericanos se enfrascaron en estériles guerras internas que condujeron al atraso, la división y la pequeñez política y económica que hoy sufren. Es conveniente recordar algunos de los planteamientos del Libertador, mismos que han encontrado eco en una pléyade de intelectuales latinoamericanos. Los que aquí reproducimos han sido tomados de diversos textos bolivarianos. No somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento de su propia destrucción. Moral y luces son los polos de una República. De la libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto y el medio entre estos dos polos es la suprema libertad social. Hagamos que el amor ligue con un lazo universal a los hijos del hemisferio de Colón, y que el odio, la venganza y la guerra se arranquen de nuestro seno y se lleven a las fronteras a emplearlos contra quienes únicamente son justos... contra los tiranos. Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tienen un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, deberían, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse (...)¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! ¡Ojalá algún día tengamos la fortuna de instalar ahi un augusto Congreso de representantes de las repúblicas, reinos e imperios de América Latina para tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y la guerra con las otras naciones de las otras partes del mundo! Esta especie de coorporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración. ¡Una sola debe ser la Patria de los latinoamericanos!
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