Año 6, número 17
H. Puebla de Zaragoza a 18 de septiembre de 2003

Sergio Flores Suárez,

el rector de la entereza

El 2 de febrero de 1975 se realizó, en el cenhch de la ciudad de Puebla, una sesión de trabajo presidida por el C. presidente de la república, en la que se abordaron diversos aspectos de la problemática del estado de Puebla. La UAP por conducto del rector, químico Sergio Flores Suárez, presentó la ponencia cuyo texto se publica íntegro y que, en aquella ocasión, debido a consideraciones expuestas por los organizadores, sólo se dio lectura a la parte relativa a la educación superior y al Plan de Desarrollo de la UAP Tiempo Universitario publica el documento para conmemorar el vigésimo aniversario del fallecimiento del rector Flores Suárez ocurrido el 10 de abril de 1983.

Sergio Flores Suárez, dando lectura al documento. El Heraldo de Puebla, 9 de febrero de 1975.

 

 

 

 

 

 

Ciudadano Luis Echeverría Alvarez,

presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos:

Ciudadano Alfredo Toxqui Fernández de Lara,

gobernador constitucional del estado de Puebla:

Señoras y señores:

Al iniciar mi intervención quiero destacar que mi presencia en esta reunión, así como los puntos de vista que aquí expondré sobre la situación del país y los problemas de la educación superior, son el resultado de una amplia consulta con los universitarios y de la vigencia y desarrollo de los principios fundamentales que han orientado el combate que durante largos años han sostenido para hacer de la Universidad Autónoma de Puebla un factor de importancia en la lucha por el progreso social, la democracia y la plena independencia y soberanía del país.

Foto de El Heraldo de Puebla, 9 de febrero de 1975.

La función fundamental de la Universidad mexicana es la de contribuir a la solución democrática de los grandes problemas del país, que se originan y reproducen por el carácter profundamente injusto y deformado de la estructura de la sociedad mexicana. Es a través del desarrollo de la ciencia, la técnica, la cultura y de su orientación democrática y antimperialista así como la crítica objetiva de la realidad que la rodea, que la Universidad cumple la función que tiene encomendada.

A las aulas y laboratorios de la Universidad Autónoma de Puebla ha llegado el poderoso impulso de las luchas sociales; la realidad de miseria, opresión y explotación que padece nuestro pueblo no ha encontrado ¡no podía haber encontrado! en los universitarios insensibilidad o indiferencia. Es en la realidad social y no en la especulación academicista ni en el formalismo de las definiciones donde hemos encontrado los motivos, los cauces y los objetivos de nuestra institución.

La Universidad ha salido a la calle, al campo, a la fábrica y se ha colocado al lado de los trabajadores, de aquellos que con su trabajo y su lucha de todos los días han forjado y forjan al país y quienes nos hacen confiar en un futuro mejor.

Nuestra institución es una de las más antiguas de México; en mayo del presente año cumple 150 años de vida laica y celebrará en 1978, 400 años de su fundación, dedicada a las tareas educativas.

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Ignacio Manuel Altamirano, distinguido rector del Colegio del Estado de Puebla, hoy BUAP.

A lo largo de su existencia ha sido un fiel reflejo de la sociedad mexicana, en ella se han manifestado las contradicciones de nuestra evolución histórica; por sus aulas han pasado ilustres mexicanos como don Francisco Javier Clavijero, don José María Lafragua, don Ignacio Manuel Altamirano, don Manuel Toussaint y otros.

Sus estudiantes han sido luchadores incansables por la democracia, el progreso y la independencia de nuestro país.

En 1910 al lado del movimiento antireeleccionista participaron en la lucha contra la dictadura porfirista. Algunos años antes, habían salido a las calles a expresar su apoyo a la lucha del pueblo cubano por su independencia.

Como consecuencia de las discrepancias entre los estudiantes del Colegio del estado y el gobernador del mismo, este último ordenó en 1919 la clausura de la institución.

En 1951 lucharon contra el proyecto de militarización de la Universidad que pretendía imponer el entonces gobernador del Estado.

Diez años después, en 1961 apoyaron, como lo hacen hoy, a la revolución cubana. En ese año los universitarios poblanos iniciamos la lucha por la transformación democrática de nuestra institución. Es a partir de esa lucha que la Universidad Autónoma de Puebla ha sido factor importante en la vida política de la región y del país.

Al defender su existencia, la UAP como institución democrática ha desempeñadoy desempeña un papel importante en la defensa de las libertades democráticas, permanentemente amenazadas por quienes mantienen sus privilegios a través de la anulación de los derechos constitucionales, de la opresión política y de la explotación sin límite de los trabajadores.

Durante estos últimos años el movimiento estudiantil —y no sólo el de Puebla, sino el de todo el país— al lado de amplios sectores de la población, se ha enfrentado y ha obligado a retroceder a quienes buscan en la supresión de la libertad política la vía que garantice su posición de beneficiarios de la desigualdad social.

Declarando acerca de los homicidios de Joel Arriaga y Enrique Cabrera, el rector Sergio Flores Suárez es acompañado del doctor Guillermo Cabrera Candia, director del Hospital Universitario, Alfonso Yáñez Delgado (de lentes) jefe de prensa de la Universidad. Con las manos en la cintura el secretario general de la institución Vicente Villegas Guzmán. Foto tomada de El Sol de Puebla, 21 de diciembre de 1972.

Durante estos años, a lo largo de su lucha, los universitarios de Puebla se han enfrentado a violentas represiones, las agresiones de la fuerza pública en 1964 y el encarcelamiento de dirigentes estudiantiles; los asesinatos de nuestros compañeros Enrique Cabrera y Joel Arriaga y los cometidos por la policía contra cinco jóvenes el primero de mayo de 1973; los atentados terroristas y las campañas calumniosas contra profesores y trabajadores de la Universidad; los intentos de corrupción en las filas de los estudiantes, la protección de pandillas y la introducción de drogas son algunas de las formas con las que se ha intentado impedir que la Universidad continúe en el camino que durante todos estos años se ha trazado.

La conspiración derechista contra la institución es permanente y no constituye un hecho aislado. Hoy forma parte de la escalada que a nivel nacional realiza, en complicidad con la oligarquía, el imperialismo norteamericano a través de sus agencias de espionaje y terrorismo y cuyas finalidades son liquidar las libertades democráticas, socavar la soberanía nacional, anular los avances anti imperialistas de la política exterior del gobierno y mantener al país sujeto a los intereses de las empresas transnacionales.

La profundización de la crisis del imperialismo hace que éste recrudezca sus agresiones económicas, políticas y militares contra América Latina.

Dictaduras como las que sufren los países hermanos de Guatemala, Uruguay, Paraguay o Nicaragua, entre otros, son prueba de ello, así como la aprobación de la ley de Comercio Exterior de los Estados Unidos y la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia en los asuntos internos de nuestros países.

Salvador Allende resistiendo el golpe de Estado pinochetista. Foto: gaceta Tiempo Universitario, año 1, número 17.

El golpe militar en Chile contra el gobierno constitucional de la Unidad Popular, el asesinato del presidente Salvador Allende y de miles de patriotas chilenos, la anulación de la constitución, el aplastamiento de los derechos humanos y la reconquista de este país por los monopolios transnacionales, es un hecho trágico que debe alertar a los pueblos del continente.

Es en este contexto que apreciamos la dimensión de los pasos dados en la política exterior por el gobierno de la República.

La iniciativa de la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados, la solidaridad con el pueblo chileno y el rompimiento de las relaciones diplomáticas con la junta militar fascista, el acercamiento con los países socialistas en particular con Cuba, la oposición a la mencionada ley norteamericana de Comercio Exterior y la denuncia de la Organización de Estados Americanos como un instrumento del imperialismo, son hechos que tienen un sentido anti imperialista y responden a las mejores tradiciones, a los intereses profundos y a la voluntad del pueblo de México.

Prestamos especial atención a la próxima celebración en la ciudad de México de la tercera sesión de la Comisión Internacional Investigadora de los Crímenes de la Junta Militar en Chile, y al apoyo que el señor presidente de la República ha dado para la realización de este acto. Además del gran significado solidario que tiene para la lucha del pueblo chileno, este evento representa un importante paso en la resistencia latinoamericana frente al imperialismo y ha propiciado la unidad de las fuerzas anti fascistas del país.

Sin embargo no podemos dejar de expresar nuestra oposición a que en lo nacional sigan vigentes las formas antidemocráticas y represivas sistemáticamente empleadas en contra de movimientos sociales, agrupaciones y partidos políticos e incluso instituciones.

Cobra cada día más fuerza la exigencia de abrir nuevos cauces para la participación democrática. Las estructuras y los métodos represivos sirven fundamentalmente a la oligarquía y al imperialismo, lo que se hace evidente en estos momentos.

La campaña fascista, anticonstitucional, contra el libro de texto gratuito es un paso más para llevar al país a un clima de violencia y confusión propicio para consolidar los intereses del imperialismo y de la oligarquía.

Hilario Moreno Aguirre

Nace en Durango y muere en el DF (1913-1975). Militante del Partido Comunista Mexicano durante 30 años, fue dirigente estatal del mismo en Durango, entidad donde encabezó las luchas magisteriales de la segunda mitad de los años cincuenta. En 1965 fue miembro del comité ejecutivo de la sección IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Vivió en Monterrey y luego se estableció en el Distrito Federal. El 29 de diciembre de 1974 fue detenido, junto con su hija y dos nietos, por la policía del Distrito Federal. Fue incomunicado, torturado y asesinado.

Las fuerzas reaccionarias pretenden justificar con el anticomunismo su acción anti nacional, anti patriótica. El asesinato del profesor Hilario Moreno Aguirre, en los separos de la Dirección General de Policía y Tránsito Federal, que se intentó justificar pretextando la filiación política del profesor Moreno, despertó la indignación y la protesta de los partidos políticos, organizaciones campesinas, centrales sindicales, personalidades de la vida científica y cultural del país y de amplios sectores universitarios.

Días antes, el dirigente campesino César del Angel había sido ilegalmente detenido y consignado junto con otros cinco dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores, al ser disuelta por el ejército la marcha de protesta que en ejercicio de sus derechos constitucionales realizaban campesinos veracruzanos hacia la ciudad de México. La campaña de rumores criminales instrumentada a través de las más depuradas técnicas nazis similares a las empleadas por el imperialismo en Brasil en 1964, en Bolivia en 1971, en Chile en 1973 y actualmente en la Argentina, Venezuela y Perú, abona el terreno para la provocación.

Hace unos días ocurrieron gravísimos atentados terroristas en el Distrito Federal, en Oaxaca y San Luis Potosí. En uno de los atentados ocurridos en esta última ciudad, perdieron la vida cinco personas. Con gran ostentación de anticonstitucionalidad fueron detenidos dirigentes locales de los Partidos Comunista Mexicano y Popular Socialista, así como estudiantes universitarios, aún cuando era evidente que tales personas no tenían ninguna relación con el asunto.

Mientras la opinión publica nacional señalaba a la ultraderecha y al imperialismo como responsable de los atentados, opinión compartida por varias secretarías de estado, la derecha vociferaba acusaciones totalmente infundadas contra "los comunistas".

El material con el que fueron hechas las bombas y la técnica terrorista empleada señala la procedencia y el patrocinio de estos actos: la embajada norteamericana y la Agencia Central de Inteligencia.

La aprehensión del grupo llamado "Unión del Pueblo" que confesó ser el autor de los atentados haciendo pronunciamientos aparentemente revolucionarios no engaña a nadie; por el contrario, se delinean aún más los rasgos de la provocación.

Estos grupos, sin ideología, sin preocupación alguna por ligarse con las masas por las que dicen luchar, sin programa, son instrumentos del imperialismo no sólo por las equivocaciones de quienes en ellos actúan de buena fe, sino porque son grupos infiltrados, controlados y dirigidos por agentes de la cia.

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El reportero de El Heraldo de México en Puebla, Xavier Gutiérrez Tellez, entrevista al licenciado Horacio Labastida Muñoz titular del iepes, durante la sesión presidida por el Presidente Echeverría en el cenhch. Foto tomada de El Heraldo de Puebla,9 de febrero de 1975.

El inicio de esta escalada tuvo lugar en el estado de Guerrero, entidad que desde hace meses vive en total estado de sitio. El primer pretexto fue la persecución del dirigente campesino Lucio Cabañas cuya justa causa, expresión de los intereses de los explotados de Guerrero, fue ratificada por los hechos al ser depuesto Israel Nogueda por gobernante inmoral.

Una vez asesinado el profesor Cabañas, el pretexto ha pasado a ser la campaña contra el narcotráfico. Una lucha eficaz contra este nadie tiene que ver con la presencia cotidiana del ejército en los lugares más importantes del Estado.

El ejército tiene una misión emanada de nuestra historia: la defensa de la soberanía nacional permanentemente amenazada y dolorosamente afrentada en varias ocasiones. Su participación como protagonista en la represión anti popular, desnaturaliza gravemente su función.

La conjura reaccionaria está en marcha. Es evidente que no se trata de actos aislados. El anticomunismo es el arma con que se pretende desterrar todo signo de inteligencia, todo vestigio de vida constitucional.

La decisión del senado de la república de realizar audiencias para investigar las actividades de la cia en el país, debe ponerse en práctica a la mayor brevedad.

A la insolencia intervencionista de los imperialistas expresada en boca del mismo presidente Ford y del secretario Henry Kissinger, debemos oponer la voluntad patriótica y la organización democrática del pueblo.

La defensa de la soberanía nacional debe ser intransigente.

La unidad de las fuerzas democráticas y anti imperialistas, le

En el auditorio del cenhch de la ciudad de Puebla, de izquierda a derecha: Blas Chumacero, Roger Díaz de Cossio, subsecretario de la sep; químico Sergio Flores, rector de la uap; doctor Mario C. Olivera, funcionario de la ssa. Foto El Heraldo de Puebla, 9 de febrero de 1975.

jos de ir dirigida a refrendar el actual estado de cosas, lo impugna en su raíz y abre cauce para que sean las masas las que lleven hasta sus necesarias consecuencias históricas la transformación que exige el país.

El momento que vivimos exige acciones precisas e inequívocas. La democratización de la vida política a través de una verdadera reforma democrática de la ley electoral; del respeto irrestricto a la constitución; del reconocimiento pleno de los derechos sindicales de los trabajadores de la ciudad y del campo y del respeto de la vida democrática de los sindicatos por el gobierno, los empresarios y los grupos gansteriles al servicio de los líderes charros.

En la vida económica, la democratización debe completar en primer término una política fiscal que grave el gran capital y proporcione recursos para la creación de nuevas fuentes de trabajo, para abrir nuevos canales de crédito para los campesinos y para atender los graves problemas sociales tales como vivienda, salud y educación.

Una consecuente política anti imperialista implica la aplicación de los principios de la Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados a la situación del país nacionalizando las industrias básicas, la industria alimenticia y la banca y controlando rigurosamente las inversiones extranjeras.

Manifestación de los universitarios frente a la plaza de la democracia, en demanda de mayor subsidio a la Universidad. La Opinión, 15 de junio de 1974.

La dramática situación en el campo exige la derogación inmediata de las reformas alemanistas al artículo 27 constitucional, el cumplimiento de las resoluciones presidenciales de dotaciones de tierras, la afectación de las grandes propiedades, el incremento de la asistencia técnica a los campesinos, la ampliación del crédito y la construcción de obras de infraestructuras planificadas de acuerdo a las necesidades de la producción y la agudeza de los problemas sociales.

Pronunciamientos similares a los nuestros, los hemos escuchado de destacados intelectuales, de personalidades universitarias, de voceros de sindicatos y agrupaciones campesinas, de dirigentes de partidos políticos y de miembros del gobierno actual. El posponer indefinidamente la puesta en práctica de estas medidas, el substituir la acción por el verbalismo, favorece a la gran burguesía y al imperialismo no sólo al mantener sus privilegios, sino también impidiendo el desarrollo de las fuerzas populares.

La situación económica y social del estado es representativa de la del país. Según datos oficiales de 1970, el 92.4 por ciento de la población recibe ingresos menores a mil quinientos pesos mensuales; el 33 por ciento de la población es analfabeta; el 52 por ciento no dispone de agua potable; el 68 no cuenta con drenaje; la tasa de mortalidad infantil es de 87.7, la más alta del país, el 73 por ciento de la población económicamente activa carece de empleo estable y productivo.

Ante esta situación, el pueblo ha respondido como lo ha hecho siempre; luchando. Si esto no fuera así, las puertas del futuro estarían cerradas.

A esta lucha lo han obligado sus necesidades nunca satisfechas, su hambre cotidiana, la muerte prematura de sus hijos, las promesas no cumplidas, el carácter antipopular y antidemocrático de la política del gobierno.

Esta lucha ha encontrado solidaridad en todos los sectores de la comunidad universitaria, y en esta lucha del pueblo por alcanzar su plan y dignidad humana estamos y estaremos comprometidos.

Flores Suárez dirigiéndose a deudos y amigos en los funerales de los caídos el 1o. de mayo de 1973. Foto: Los sucesos del 1o. de mayo en Puebla, uap, p.30, 1974.

Los entrañables recuerdos de Joel Arriaga, de Enrique Cabrera, de los caídos el primero de mayo de 1973, alientan día a día nuestro combate y no podemos en esta ocasión, dejar de insistir en nuestra exigencia de castigo para los responsables de esos crímenes así como de los siempre presentes en la memoria de los universitarios mexicanos; los del 2 de octubre de 1968 y los del 10 de junio de 1971.

Educación Superior

La crisis por la que atraviesa la educación superior exige, como todos los problemas nacionales, una solución democrática.

La elaboración de criterios tecnocráticos al margen de las necesidades sociales, propician deformaciones de nuestro sistema educativo e incrementa la anarquía existente. En esta dirección se inscriben medidas tales como:

Las formas de financiamiento para la educación basada en las becas crédito que irremediablemente refuerzan los criterios individualistas en la elección de las profesiones.

La improvisación de sistemas educativos paralelos a los ya existentes tiende a mantener éstos en el estancamiento y deforma desde su origen a los de nueva creación.

El incremento en la desproporción presupuestaria entre los centros de estudios de la capital de la república y los de provincia así como la creación de nuevas universidades en el Distrito Federal refuerzan el irracional centralismo educativo.

La creación de nuevos centros de enseñanza sin que se contemple la formación de profesores e investigadores se traduce en el debilitamiento de los recursos académicos de las universidades de provincia que tienen menores posibilidades económicas.

Foto: El Heraldo de Puebla, 26 de julio de 1972.

No es viable ningún intento de planeación educativa si no establecen criterios centrales en torno a la función de las instituciones de educación superior que tengan como consideración fundamental lo que ya hemos apuntado: la lucha contra la dependencia y el propósito a dar solución democrática a los grandes problemas sociales; la salida que se le de al problema educativo dependerá de la que elija el país ante la crisis actual. Pero esta elección no es para un futuro indefinido, sino que se conforma día con día en la confrontación de las clases sociales.

Estas tendencias se ven favorecidas además por la protección que de ellas se hace a través de instrumentos jurídicos como la recién promulgada Ley de Educación Superior del Estado de Puebla.

Las universidades privadas no son solamente una de las formas de alternativa educacional de la derecha, sino que algunas de ellas son verdaderas cabezas de playa de la penetración cultural, y bases desde donde las agencias de espionaje y terrorismo del imperialismo realizan sus actividades ilegales.

El apoyo económico del estado a las instituciones de educación superior rebasa los marcos de las obligaciones administrativas, y se convierte en una cuestión de fundamental importancia política y social en la cual está en juego un aspecto importante del futuro de la Nación.

Este apoyo no debe estar sujeto a las circunstancias de la situación política, ni mucho menos condicionado por las posiciones y actitudes políticas de los universitarios. Proponemos, por ello, que los recursos destinados a las instituciones de educación superior y los incrementos a que tienen derecho, deban estar garantizadas a través de la fijación de un porcentaje, no menor al cuatro por ciento del ingreso nacional, incorporando esta obligación a los ordenamientos jurídicos adecuados.

El derecho de los trabajadores a la sindicalización consagrado por la Constitución, no puede encontrar inexplicable excepción entre quienes laboran en las universidades.

Así mismo, el personal administrativo y académico de la Universidad Autónoma de Puebla debe gozar de los derechos y prestaciones derivados de su situación de trabajadores su solicitud de ser incorporados al issste encuentra el apoyo de toda la comunidad universitaria y en especial de las autoridades.

U.A.P. Democrática

El doctor Guillermo Cabrera Candia, director de la escuela de Medicina de la uap con el rector Sergio Flores en la inauguración del área de hospitalización de la unidad de Oncología del Hospital Universitario. Foto: Novedades de Puebla, 24 de septiembre de 1973

La Universidad Autónoma de Puebla es una institución en la que tanto su estructura como sus funciones son de carácter plenamente democrático.

Los fundamentos de sus tareas ya enunciados de manera implícita como explícita a lo largo de esta intervención, encuentra su expresión práctica en la forma que se conducen los problemas de la institución y en las formas concretas que adquiere en ella la enseñanza, la investigación científica y la extensión universitaria y que pese a las dificultades que enfrentamos, está en marcha todo un programa de transformaciones, algunas de las cuales consideraremos brevemente.

Investigación científica

En el artículo 1º de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Puebla, se establece como una sus de sus funciones la de "...Realizar la investigación científica y humanística principalmente en relación con los problemas estatales y nacionales..."

Estos lineamientos generales son de suma importancia ya que la investigación que se hace en nuestro país, por su condición dependiente, es casi siempre un apéndice de la que se hace en los países capitalistas desarrollados.

Debemos de aplicar la metodología científica al estudio de nuestra realidad y debe existir una estrecha relación entre los diferentes grupos que la tratan de explicar; en la actualidad no se concibe al investigador aislado, no existen el físico, el sociólogo o el historiador puros. El desarrollo de la investigación interdisciplinaria es una necesidad apremiante.

La Universidad Autónoma de Puebla tiene como marco natural para la elaboración y aplicación de sus programas de investigación, el conocimiento y la transformación de la región Puebla-Tlaxcala.

En la conmemoración del primer año del Hospital Universitario se inauguró la unidad de pediatría. Foto tomada de El Sol de Puebla, 13 de noviembre de 1973.

Para intentar modificar una situación establecida es necesario conocerla a fondo, así como entender y explicar las causas que la originaron; este es el primer nivel de investigación que se realiza en la Universidad Autónoma de Puebla.

El segundo nivel será el efectuar investigaciones encaminadas a modificar esa situación, buscando nuevos usos y nuevos métodos de utilización de nuestros recursos, así como planteando soluciones adecuadas para los problemas más agudos.

Un ejemplo de lo que podría constituir una investigación regional interdisciplinaria es el estudio del campo, para lo cual sería necesario inventariar nuestros recursos naturales; identificar y clasificar nuestra flora y fauna; analizar los suelos en sus aspectos físicos, químicos y bacteriológicos, efectuar trabajos de prospección; estudiar el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción en el campo; las estructuras de poder; las condiciones de salud, los problemas de la vivienda y urbanización, etc.

El tratar de resolver de una forma científica los problemas regionales obliga a desarrollar la investigación teórica. La preparación sólida de nuestros investigadores es requisito fundamental para realizar con éxito nuestros programas.

Area de la Salud

Sergio Flores en la inauguración de la unidad de Pediatría. Foto Novedades de Puebla, 13 de noviembre de 1973.

La situación de salud del estado, ilustra la realidad que en este aspecto vive el país.

Cerca de la mitad de la población del estado, es decir, casi un millón y medio de habitantes, no tiene acceso a la atención médica. El perfil de mortalidad revela que son las enfermedades que se originan en la insalubridad, la miseria y la ignorancia, las que causan los mayores daños.

Considerar la solución de los problemas de salud requiere concebir a ésta en su aspecto integral, donde la atención médica participa como una de sus factores.

La unificación de los recursos institucionales en un servicio nacional único que cubra toda la población, el incremento y democratización del gasto público en el sector de la salud; el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores, la limitación enérgica de las ganancias de los monopolios de la industria químico-farmacéutica; el impulso a la investigación médica y su orientación hacia la solución de los problemas de salud en el país; la planeación en la formación de técnicos y profesionistas en esta área y su coordinación con los programas de salud, son algunas de las medidas que tienen que ponerse en marcha para encauzar correctamente la lucha del país por la salud.

La Universidad Autónoma de Puebla ha asumido con toda responsabilidad su compromiso de contribuir a la solución de los problemas de la salud y ha procedido a renovar sus actividades académicas y asistenciales.

Atención a las personas de todas las condiciones sociales, durante la última jornada gratuita realizada por los estudiantes de Odontología. Foto tomada de Novedades de Puebla, 14 de diciembre de 1973.

Esta renovación se basa en considerar que en este renglón se debe tener como eje la salud de la comunidad y no sólo la enfermedad del individuo, y que los estudiantes de esta área son indispensable recurso de salud para lo cual es necesario poner especial empeño en el desarrollo de su conciencia social.

El Hospital Universitario juega un papel central en este proceso y no obstante sus grandes carencias económicas cumple funciones asistenciales de primera importancia, las cuales se han ampliado considerablemente desde su incorporación a la Universidad Autónoma de Puebla.

Extensión Universitaria

La extensión universitaria que realiza la Universidad Autónoma de Puebla tiene como propósito contribuir al desarrollo de una amplia conciencia popular sobre las necesidades de las transformaciones que es necesario impulsar ante la situación económica, social y cultural de la región. Esto permite estimular en el seno de la comunidad universitaria la inquietud por el conocimiento de los principales problemas que conforman esta realidad de la cual los universitarios forman parte.

La extensión universitaria se realiza en nuestra institución principalmente a través del servicio social y la difusión cultural. Pensamos que el servicio social no debe ser sólo un requisito legal a cumplir, sino parte esencial de la formación del alumno. Pensamos por otra parte, que los conocimientos adquiridos en las aulas deben ser seguidos de una práctica social del estudiante que le permita ponerlos al servicio de la población.

Desde 1971, a iniciativa del profesor Enrique Cabrera, iniciamos el trabajo de servicio social partiendo de estas ideas.

En la actualidad como parte de nuestro programa de servicio social estamos impulsando la construcción de un conjunto de campamentos en diversos puntos de la entidad. El primero de ellos, ubicado en el poblado de El Tenexate, será inaugurado en fecha próxima.

Biblioteca José María Lafragua. Foto DIDCAV.

La difusión cultural es un renglón fundamental en la vida universitaria. Incluye un sinnúmero de actividades orientadas al conocimiento, a la difusión y a la preservación de la cultura. Algunos de los proyectos que planeamos realizar son el establecimiento de una galería de arte colonial en la antigua Academia de Bellas Artes. Para ello es necesario que dicha Institución que formaba parte del patrimonio cultural de la Universidad en 1937 pase a formar parte nuevamente de él. Es necesario asimismo, que en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes, se lleve adelante un programa de restauración de la valiosa colección de pinturas que posee la Universidad Autónoma de Puebla y en la que están representados los principales pintores de la colonia, Echave, Gorgraf, Zendejas, Villalpando, Tinoco, etc.

Otro de los proyectos que se está elaborando, es el de la creación del museo universitario. En él se mostrarán los principales acontecimientos que conforman los 400 años de la vida de nuestra institución. En su oportunidad solicitaremos oficialmente la donación del antiguo hospital de San Pedro, hermosa construcción del siglo XVI, cuyas instalaciones acogieron en una época a la Escuela de Medicina, y que por sus características arquitectónicas darían un marco al museo universitario difícil de lograr en otro lugar.

Daños causados por el sismo de 1973 en edificios de la Universidad. Foto La Opinión, 5 de junio de 1974.

En el año de 1973 como consecuencia del sismo que afectó parte del estado, fueron seriamente dañados el edificio Carolino y el de San Jerónimo, relevantes ejemplos de la arquitectura colonial de nuestra ciudad. Hemos hecho ya gestiones ante la Secretaría del Patrimonio Nacional para que se proceda a su restauración. Esperamos que dicha solicitud sea acordada favorablemente.

En noviembre del presente año se cumplirá el centenario del fallecimiento del licenciado José María Lafragua. La biblioteca central de la Universidad Autónoma de Puebla, que lleva su nombre y en cuyo acervo integrado por más de cien mil volúmenes se encuentra el legado que hizo este ilustre liberal poblano de su biblioteca personal, está siendo en la actualidad acondicionada para poder preservar su su valioso fondo bibliográfico. Quisiéramos solicitar al ejecutivo federal que dada la importancia de la biblioteca, y como parte de la conmemoración a uno de sus más importantes benefactores, sea incluida en la Ley de Depósito Legal.

Radio Universidad

Desde hace más de un año hemos venido gestionando ante la Secretaría de Comunicaciones la autorización para instalar una radiodifusora cultural en la Universidad Autónoma de Puebla.

En cuanto contemos con la autorización respectiva, iniciaremos los trabajos para instalar tan importante medio de comunicación que, desde luego, contribuirá al desarrollo de nuestras actividades de extensión universitaria.

La Universidad Autónoma de Puebla es una de las instituciones de educación superior más importantes de provincia. En ella no sólo se educan estudiantes poblanos. Cerca del 30 por ciento de su población escolar procede de otros estados. En los últimos 15 años dicha población estudiantil se ha incrementado en un 516 por ciento, lo cual implica el necesario aumento de sus instalaciones, la expansión de sus servicios administrativos, el crecimiento de su personal administrativo, docente y de investigación y, desde luego, la búsqueda de nuevos métodos y técnicas de enseñanza. De 3985 estudiantes que tenía la institución en 1960, para 1974 llegaron 22,585. Esta tasa de crecimiento nos hace preveer que para el final de la presente década la Universidad Autónoma de Puebla deberá atender a más de 35,000 estudiantes de enseñanza media y superior.

Tomando en consideración estas perspectivas y la necesidad de preveer desde ahora los problemas a que nos enfrentaremos en un futuro inmediato, incluimos en nuestro plan de desarrollo 75-78 los siguientes puntos:

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En la unidad de Pediatría del Hospital Universitario se ubicó el primer círculo infantil para hijos de trabajadores. Foto: El Heraldo de Puebla, 13 de noviembre de 1973.

Plan de construcciones

La elaboración de un proyecto de construcciones en la Ciudad Universitaria a fin de que ésta quede definitivamente terminada, algunas de ellas serían:

Segunda etapa de la escuela de Ciencias Físico Matemáticas.

Segunda etapa de la escuela de Economía.

Escuela de Comercio.

Escuela de Idiomas.

Centro de Instrumentación.

Rectoría y departamentos administrativos.

Bibliotecas de Comercio y Administración y de Ciencias.

Auditorio de Ciencias.

Gimnasio.

La elaboración de un proyecto que permita la integración del área de Ciencias de la Salud, en terrenos del Hospital Universitario, que comprende las siguientes construcciones:

Escuela de Odontología.

Auditorio y Bibliotecas.

Ampliación de la escuela de Medicina y de la escuela de Enfermería.

Asimismo se requiere construir la escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia que se encuentra en Tecamachalco, Pue., que inició sus labores en el año de 1973. Sobre este punto hemos venido gestionando ante las autoridades competentes la inclusión de dicha escuela en el fideicomiso que fue creado para el financiamiento de las escuelas de Veterinaria y Agronomía.

La Universidad cuenta actualmente con dos escuelas preparatorias en la ciudad y una más en la población de Tecamachalco. Tenemos proyectada la creación de una nueva preparatoria en la ciudad de Puebla, para lo cual es necesario construir las instalaciones que la albergarían, así como las de la preparatoria de Tecamachalco que actualmente funciona en un local provisional.

159 años de vida laica

Foto: Novedades de Puebla, 15 de junio de 1974.

Los lineamientos y proyectos que brevemente he expuesto, forman parte del plan de desarrollo de la Universidad Autónoma de Puebla 1975-1978. He mencionado ya que estas fechas tienen un significado especial para nuestra institución y desearíamos que el gobierno federal y estatal, con base al plan de conjunto que en su oportunidad les presentaremos, aprobaran un programa especial de inversiones para nuestra Universidad y en esa forma contribuyeran a celebrar dignamente tanto sus 150 años de vida laica, como sus 400 años dedicada a las tareas educativas.

Señor Presidente:

Señor Gobernador:

Señoras y señores:

Los criterios que aquí hemos expuesto sobre la situación nacional, particularmente en torno a las libertades democráticas y a la defensa del país contra el imperialismo, son compartidos por la inmensa mayoría de los mexicanos y están profundamente arraigados en la historia de nuestro país.

Nuestra petición sobre la educación superior avalada por una práctica consecuente, constituye parte de la alternativa democrática para la solución de la crisis de la enseñanza.

El desarrollo de nuestra institución representa una contribución a la solución de los problemas de la región. Por ello el cumplimiento de las obligaciones gubernamentales en lo referente a garantizar los medios económicos necesarios para el desarrollo de la Universidad Autónoma de Puebla, indispensable para que nuestra institución continúe y refuerce su marcha de superación.

Muchas gracias.

  »Gacetas 2003

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