8 de marzo,día internacional de la mujer
l 8 de marzo de cada año se celebra el día internacional de la mujer, como recuerdo del llamamiento de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (International Conference of Socialistic Women), efectuada los días del 25 al 27 de agosto de 1910 en Copenhague, con la participación de algunas decenas de delegadas de 18 países1. Meses antes, Rosa Luxemburgo2 y Clara Zetkin3 proponen el 8 de marzo como celebración del día de la mujer, para conmemorar el sacrificio de 129 mujeres que murieron por defender sus derechos de trabajadoras. Efectivamente, en 1857, en la ciudad de Nueva York las obreras de la fábrica textil Cotton declararon una huelga contra las pésimas condiciones de trabajo y ocuparon la fábrica; el patrón respondió encerrándolas en el edificio. Por causas desconocidas se produjo un incendio y 129 de ellas murieron carbonizadas. Las obreras de la Cotton, al igual que miles de trabajadoras explotadas de la industria textil, laboraban de 14 a 16 horas diarias por un salario que apenas cubría sus necesidades, bajo condiciones infrahumanas, sin servicios ni ventilación; muchas veces daban a luz en su lugar de trabajo y morían a los 30 años, víctimas de la tuberculosis. Ningún obrero del mundo, consciente de su lucha, desconoce que el 1° de mayo se conmemora el día del trabajo en homenaje a los mártires de Chicago (Engel, Fisher, Parsons y Spies), ahorcados en 1887, después de las movilizaciones realizadas por trabajadores de esa ciudad en demanda de la reducción de la jornada laboral a ocho horas. Sin embargo, el movimiento obrero ha olvidado a estas mujeres que lucharon y murieron en el anonimato. Las organizaciones internacionales de mujeres se empezaron a establecer en el mundo en el siglo XIX junto con el movimiento de emancipación de lucha por los Derechos de la Mujer. La Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó el Año Internacional de la Mujer en 1975. En ese año en la capital de México, en Tlatelolco, se celebró la Conferencia Mundial de la Mujer, donde se aprobó la Declaración de México sobre la igualdad de la mujer y su contribución al desarrollo y la paz. La Conferencia aprobó también el Plan de Acción Mundial y 33 Resoluciones, entre ellas: sobre el establecimiento de un Centro Panafricano de Investigación y Capacitación para la Mujer; sobre la situación de la mujer en Estados racistas (Sudáfrica, Rhodesia) o fascistas (Chile); sobre la protección de la salud de la madre y el niño; sobre planificación de la familia y plena integración de la mujer en el proceso de desarrollo. Recomendación para el establecimiento bajo los auspicios de las Naciones Unidas de un Instituto Internacional de Capacitación e Investigaciones para la Promoción de la Mujer. El Plan de Acción Mundial fue elaborado por los representantes de 62 Estados.4 Derechos de la Mujer
Las primeras convenciones internacionales sobre derechos de la mujer fueron elaboradas en La Haya en 1902, en materia de matrimonio, divorcio y tutela de hijos menores de edad. En 1904 y 1910 se suscribieron convenciones sobre supresión de la trata de mujeres y niños. La OIT/ILO inició estudios sobre condiciones de trabajo de las mujeres y ha adoptado convenios que tratan de cuestiones que interesan exclusivamente a la mano de obra femenina. Estos convenios son los siguientes: Protección a la maternidad, 1919; trabajo nocturno de mujeres, 1919; trabajo nocturno de mujeres, revisado, 1934; trabajos subterráneos de mujeres, 1935; trabajo nocturno de mujeres, revisado, 1948; igualdad de remuneración, 1951; protección a la maternidad, revisado, 1952; seguridad social (norma mínima), 1952; discriminación (empleo y ocupación), 1958; política del empleo, 1964. Además de lo anterior, existen dos recomendaciones: sobre formación profesional, 1962, y empleo de mujeres con responsabilidad familiar, 1965. Tres de los convenios que se aplican tanto al trabajador como a la trabajadora, contienen disposiciones especiales a favor de la mujer. La mayoría de las recomendaciones adoptadas por la Conferencia Internacional de Trabajo se aplican también a todos los trabajadores, sin distinción de sexo; pero siete de ellas se refieren exclusivamente a las trabajadoras. La nueva época en la historia del desarrollo y codificación de los derechos de la mujer se inició con las Naciones Unidas. Tres de los seis órganos principales de las Naciones Unidas: Asamblea General, ECOSOC y Secretaría, junto con la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, incluyen en sus programas el tema de la condición jurídica y social de la mujer. La Comisión fue creada el 21 de junio de 1946, como una de las principales comisiones orgánicas del ECOSOC, el cual había establecido anteriormente, el mismo año, una Subcomisión Jurídica y Social de la Mujer, como parte de la Comisión de Derechos Humanos. El 11 de diciembre de 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución sobre derechos políticos de la mujer, iniciando la elaboración de la convención sobre este asunto, que fue aprobada por la Asamblea General el 20 de diciembre de 1952 con la Resolución 640/VII y entró en vigor el 7 de julio de 1954. En 1957 la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada; entró en vigor desde el 11 de julio de 1958. En diciembre de 1962 la Asamblea General aprobó también la Convención sobre el Consentimiento para el Matrimonio, la Edad Mínima para Contraer Matrimonio y el Registro de Matrimonios. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer elaboró, en los años 1963-1966, una Declaración sobre los Derechos de la Mujer 1967. Ésta Declaración fue aprobada por la Asamblea General el 7 de noviembre de 1967. El 15 de diciembre de 1970 la Asamblea General, en la Resolución 2715/XXV sobre el empleo de mujeres calificadas en puestos de categoría superior y del cuadro orgánico en las secretarías de las organizaciones intergubernamentales del sistema de las Naciones Unidas sentará un ejemplo en las oportunidades que ofrece para el empleo de las mujeres en puestos de categoría superior y del cuadro orgánico; y en la Resolución 2716/XXV recomendó un programa de acción internacional, concertado para la evolución de la mujer. En junio de 1975 la Conferencia Mundial de la Mujer en la ciudad de México constató que en materia de igualdad de derechos del hombre y de la mujer continuaba existiendo considerable discriminación en contra de la mujer. La Conferencia aprobó la Declaración de México en 1975, sobre la igualdad de la mujer y su contribución al desarrollo y la paz. 1 Edmun Hang Osmañczyk, World
Enciclopedia of International Relations and the Sun, editorial Fondo de Cultura
Económica, 1956.
La violencia contra las mujeres en México* Por Olga Corona
l machismo, como parte primordial de la ideología dominante en los países de Latinoamérica y el Caribe, es una de las causas determinantes de la violencia que se ejerce sobre las mujeres de la zona. Esta expresión del predominio masculino sobre la mujer está firmemente enraizada en la sociedad, y pese a los cambios que se advierten en la sociedad civil, reaparece aún en el seno de organizaciones de izquierda, instancias gubernamentales, medios masivos de comunicación; en el púlpito, la escuela y las expresiones artísticas y culturales y, desde luego, en el seno del hogar, cualquiera que sea el nivel socioeconómico en que éste se ubique. Asociada al machismo se produce la violencia contra la mujer, en ocasiones como un acto reflejo inconsciente pero también, y cada vez con mayor frecuencia, como reacción a la agudización de las contradicciones que devienen de una situación de crisis económica. La violencia de género es la que ejercen los hombres contra las mujeres, apoyados en el conjunto de normas y valores que les dan privilegios e impunidad. La violencia contra la mujer es un asunto de interés público. Pero ante esta situación, en México la actitud del Estado es aceptar su compromiso en defender los derechos de las mujeres, en foros nacionales e internacionales; y sin embargo poco o nada hace por llevarlo a la práctica. En México, donde el gobierno ha ratificado la Convención contra todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Convención de Belém do Pará, la Declaración de Beijing, etcétera, todavía es urgente implementar políticas públicas que tiendan a la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, quienes vivimos día a día la violencia de género. Los actos y amenazas de violencia infunden miedo e inseguridad en la vida de las mujeres. Impiden por tanto lograr la igualdad, el desarrollo y la paz: el miedo se constituye en obstáculo para la movilidad de la mujer, limita su acceso a actividades y recursos básicos. Como es natural, la magnitud de la violencia contra las mujeres en México, como en el resto de América latina y el Caribe, no está debidamente documentada. Entre otras razones porque se calcula que sólo una de cada tres víctimas se atreve a denunciarla. Sin embargo, intentaremos ofrecer un breve panorama de la situación actual de las mujeres mexicanas. Violencia doméstica En México, cada año, más de un millón de mujeres busca tratamiento médico urgente, debido a lesiones causadas por la violencia doméstica. Las lesiones son la cuarta causa de mortalidad femenina, después de la hipertensión y la diabetes las cuales también, en alguna medida, pueden ser causadas por una prolongada sujeción a la violencia y al abuso diario. La primera encuesta sobre la violencia intrafamiliar, levantada durante 1999 en las 16 delegaciones del Distrito Federal y en los 34 municipios conurbados del estado de México, mostró que la tercera parte de los hogares aceptan padecer situaciones de maltrato, particularmente amenazas, insultos, intimidación, enojo, humillación verbal, retiro del habla, negación de alimentos, imposición de prohibiciones y jaloneos, además de las agresiones físicas. También en la capital del país, la organización de mujeres COVAC (Asociación Mexicana contra la Violencia a.c.) atendió 139 casos en un año. Al norte, en Tijuana, en la frontera con los Estados Unidos, se dice que hay dos denuncias diarias, pero no hay registros ni cifras exactas. Al sur, en Chiapas, se reportan 105 casos atendidos en un año. En esa región, una de las de mayor atraso en el país, la mujer se ve confinada a su hogar: no se le permite trabajar, pero tampoco se le proporcionan los recursos económicos para resolver los problemas familiares. Este tipo de violencia generalmente se ve combinado con otros. La mayoría de las mujeres de las sierras de Chiapas vive en situación de extrema pobreza y sus condiciones son más desfavorables que las de sus hermanos hombres. Su trabajo es menos remunerado y la desnutrición es más frecuente en las niñas. Hay una mayor proporción de niñas que no terminan su primaria, y a más temprana edad fundan una familia. Pero el déficit nutricional y el menor acceso a oportunidades de desarrollo no son las únicas formas en que se manifiesta la violencia hacia las niñas. Una práctica común es darlas en crianza a una familia de mejores recursos económicos, a cambio de "educación y comida". Este fenómeno se convierte en una especie de esclavitud, ya que asumen las tareas más pesadas de esos hogares. Las familias indígenas promueven el casamiento a edades muy tempranas, hay casos en que niñas de 10 a 13 años de edad son "devueltas" por el marido porque no asumen adecuadamente sus responsabilidades de esposas. La virtual venta de las hijas, que son intercambiadas por bienes necesarios para el hogar es otra forma de violencia. Sobra decir que la privación afectiva y el incumplimiento de sus derechos elementales son la norma de vida de estas mujeres. Lo más grave es que estas prácticas han sido justificadas como "tradiciones" o "manifestaciones culturales". Violencia sexual
En lo relacionado a la violencia sexual, en 1999 COVAC atendió 77 casos de violación en Tijuana. Otra organización de mujeres reportó 30 violaciones al mes. En Chiapas se conocieron 120 casos de delitos sexuales, y 27 casos de atentados contra menores de edad. Las consecuencias de la violencia sexual llegan a afectar la vida sexual de las víctimas: presentan respuestas traumáticas y sentimientos de coraje, impotencia, confusión, culpa, miedo, dolor y angustia. Se afecta integralmente la vida de la mujer: ocasiona suicidios, baja autoestima, problemas psicosomáticos, despido del empleo, pérdida del sostén económico de la familia cuando el padre o el padrastro pierden la libertad por agredir al hijo o a la hija. La violencia sexual es uno de los delitos menos denunciados en nuestro medio. Se calcula que sólo alrededor del 17 por ciento de los casos son reportados a las autoridades. Algunas estimaciones calculan que, en la ciudad de México, ocurre una violación cada siete minutos. Las estadísticas que han compilado varias organizaciones de mujeres en otras regiones del país muestran tendencias similares en las grandes ciudades, y un alarmante incremento el año pasado de cerca del 30 por ciento en este tipo de delitos. El porcentaje de procesados y sentenciados por el delito de violación es muy bajo, e incluso ha disminuido, como parte de la tendencia general del país a la enorme impunidad. Se piensa que una de cada cinco mujeres violadas queda embarazada. Sin embargo, una vez que la víctima ha probado la comisión del delito, no se da seguimiento al procedimiento legal establecido para que aquellas puedan acudir a un hospital o una clínica para poder abortar sin detrimento de su integridad física. El hostigamiento sexual constituye una práctica que las mujeres sufren reiteradamente en sus relaciones laborales, o las que mantienen en otros ámbitos. No obstante, existe escasa evidencia empírica que permita medir la dimensión real de este problema. Dicho delito se tipifica en el artículo 259 bis del Código Penal Federal, y se castiga levemente, no como se requiere. Ahora es visto casi como una falta administrativa. En otros casos muchos varones se oponen al uso del condón con argumentos tales como: "Dios no lo permite"; "no se siente igual"; "no se usarlo", lo que lleva a la proliferación de enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Violencia durante conflictos armados
En situación de conflicto armado, las mujeres y las niñas rara vez gozan de sus derechos humanos esenciales y de sus libertades. A todo ello se añade: ·La crueldad emocional. ·Ruptura de la unidad familiar. ·Cancelación de los lazos sociales y culturales de las comunidades. ·Eliminación de relaciones laborales estables. ·Se priva de protección especial a aquellas que lo necesitan, tales como las enfermas, las de la tercera edad y las discapacitadas, que requieren servicios vitales que ofrecen los sectores público y privado. En el estado de Chiapas hay aproximadamente 15 mil desplazados internos en más de 10 municipios. En Chenalhó, municipio de aproximadamente 30 mil habitantes, existen diez mil desplazados. Lo anterior contrasta con el incremento de tropa del ejército mexicano, el cual se calcula en 60 mil soldados, es decir tres veces más que el número de desplazados internos. Estas poblaciones sufren impactos sicológicos y dependen totalmente de la solidaridad externa, principalmente las mujeres y las niñas. Se están violando de manera constante sus derechos a la salud, educación, trabajo y vivienda. Estrategias de protección para mujeres amenazadas por la violencia Servicio, Desarrollo y Paz (SEDEPAC) es una organización dedicada a formar defensoras populares, esto es, mujeres de las comunidades a las que se ha capacitado en el conocimiento de sus derechos contenidos en la Constitución y en las leyes reglamentarias que de ella se derivan, con el propósito de apoyar a las víctimas de la discriminación de género en sus más variadas manifestaciones. Dichas defensoras pueden pertenecer a asociaciones civiles, políticas o sindicales, lo cual es una ventaja porque esta formación puede reproducirse en esos ámbitos, o ser independientes; y son sensibilizadas para ejercer una labor de convencimiento en las mujeres que atienden para fomentar la denuncia de sus agravios que, como se ha visto, está ausente en la mayoría de los casos. Sin embargo, ser defensora popular no es sencillo. Antes de venir aquí, una compañera de trabajo me hacía las siguientes reflexiones: "El trabajo que realizamos como defensoras populares no es fácil: nos encontramos con obstáculos, como el no encontrar tiempo para efectuar reuniones con mujeres, para hablar de nosotras mismas, ya sea porque tenemos mucho que hacer en nuestra casa, o porque no hay quien cuide los hijos; ya que la mayor parte de las mujeres con quienes trabajamos se desempeñan como trabajadoras domésticas, en el comercio informal o como amas de casa". "Esto último se considera lo más humillante, no se tiene un valor inclusive ante la misma familia y no digamos con el esposo. Cuando éste llega a su casa, lo primero que exige es que lo atienda, porque "él está cansado de tanto trabajar", como si ella no hubiera hecho nada entretanto. Además, lo pide con prepotencia y, cuando llega borracho, lo primero es gritarle de majaderías y golpear a la esposa, hasta ponerla en el piso donde él está parado, y aún correrla de la casa, ya que el dueño de todo es él. Es tanta la violencia, que a cualquier hora de la noche la mujer tiene que salir huyendo junto con sus hijos. Los machos mexicanos nos catalogan como vírgenes, si quieren elogiarnos a lo máximo o de putas, si nos quieren ofender. "Otro de los obstáculos de las propias mujeres, es nuestra cultura, como lo sabemos es de siglos atrás. Está costando mucho cambiar nuestra manera de ver las cosas, causa asombro cuando se habla con ellas que, tienen que denunciar la violencia ante los ministerios públicos. Esto obligará a tomar en cuenta al estado que ya es un problema y dar soluciones inmediatas pero sólo se logrará con la participación de las mujeres". No obstante, las cosas han venido mejorando. Hoy tenemos la convicción de los derechos de las mujeres, y contamos con Centros de Apoyo a la Mujer, uno en cada delegación, donde se ofrecen diferentes tipos de apoyo sicológico, talleres, cursos y otros. Pero no hay suficiente difusión de estos centros de apoyo, yo creo que hay que ir donde están las mujeres y no esperar que ellas vengan hacia nosotras, porque esto no va a suceder. Es lo que hacemos las defensoras, ir hacia ellas; pero aquí nos encontramos con un grave problema: no se cuenta con un apoyo económico y esta situación hace que no tengamos los resultados que esperamos, y nos sentimos impotentes ante tal situación. Como sabemos es necesario contar con albergues para estas mujeres golpeadas y sus hijos. Legislación: teoría y práctica
Son muchas las resistencias que deben vencerse, y la situación se torna aún más difícil cuando el entorno no es, de manera alguna, favorable. Aún cuando ahora se cuenta con leyes adecuadas para prevenir y castigar la violencia familiar, la corrupción de jueces y el machismo dificultan la lucha contra estas patologías sociales. Un caso que ilustra la gravedad de la situación es el ocurrido en la ciudad fronteriza de Mexicali, Baja California, donde una menor, Paulina, jovencita de 14 años, fue violada por un delincuente que entró a robar a su casa, sometió por la fuerza a su familia y abusó de ella. Quedó embarazada. Lo que sucedió después pone en entredicho los sistemas de justicia y salud de Baja California y exhibe los métodos violentos y anticonstitucionales de provida, organización antiabortista nacional. Acompañada por su madre y su hermano, Paulina acudió al Ministerio Público y obtuvo una autorización para que personal del Hospital General le practicara el aborto legal de un embarazo jamás deseado. Durante los siete días que estuvo internada, un grupo de mujeres de PROVIDA le mostró imágenes de fetos destrozados y una hoja preparada para que tras de verla por unos minutos y cerrando luego los ojos ante una luz muy fuerte, se pueda percibir el rostro de Cristo. El Procurador de Justicia del Estado se prestó a otra maniobra: llevar a Paulina ante un párroco, quien la amenazó de excomunión, no obstante lo cual madre e hija se mantuvieron en su decisión. Al regresar al hospital, el director del mismo les dijo que, de practicar el aborto, la niña perdería seguramente la vida, pues podía desangrarse, o bien podía quedar estéril. Madre e hija finalmente desistieron de su propósito. Como puede observarse, la existencia de leyes justas poco o nada resuelve mientras las mujeres no se conozcan a sí mismas, sus derechos reproductivos y en general sus derechos humanos; y mientras los encargados de cuidar de su salud y de impartir justicia sigan atrapados por prejuicios, fanatismos y actitudes autoritarias y prepotentes. Por ello, parte primordial de la estrategia de defensa de los derechos de las mujeres debe ser su educación en estos aspectos, así como la formación de defensoras populares que tengan una participación práctica en los momentos en que las víctimas de la violencia familiar y sexual requieran asesoría o apoyo. Por lo que toca a la violencia sexual masiva México es, por desgracia, uno de los ejemplos internacionales más vergonzosos en materia de impunidad. A partir del año de 1993 se ha registrado en otra población fronteriza con los Estados Unidos, Ciudad Juárez, Chihuahua, la multiplicación secuencial de asesinatos de mujeres con violación sexual previa, que a la fecha rebasan los 300 casos, lo que hace un promedio de alrededor de 43 asesinatos por año; sin que las autoridades hayan sido capaces de descubrir y castigar a o los responsables, ya no digamos de prevenir las muertes. Tampoco han sido eficaces las voces de protesta que se han levantado al respecto, pese a que éstas han sido muy numerosas, enérgicas y autorizadas, y provenientes tanto de México como del extranjero. En días pasados, una organización no gubernamental de esa localidad que aglutina a 16 grupos exigió medidas urgentes para terminar con los asesinatos de mujeres en esa frontera; y simultáneamente cerca de 300 Organizaciones no gubernamentales (ONGS) a nivel nacional se unieron para reclamar justicia por estos hechos, señalando que la ineficiencia policial "merece una explicación pública", reclamo que no ha merecido respuesta alguna. Lo que está en el fondo de esta situación es que, no sólo en Ciudad Juárez sino en todo el país, las autoridades no asumen los derechos de las mujeres, al margen de su reconocimiento en las leyes y reglamentos. La impunidad rige no sólo para con los delincuentes, sino también respecto a las autoridades. Aquí la estrategia de lucha por los derechos femeninos debe reforzarse con la lucha por la democracia. En México, la lucha de las mujeres por la equidad y la justicia ha sido larga y sus primeros resultados están a la vista: multiplicación de espacios públicos y privados para la discusión y elaboración de propuestas en beneficio de la mujer, una legislación más favorable a la defensa de los derechos humanos de las mujeres; inclusión de demandas feministas en las plataformas de los partidos políticos; mayores espacios laborales y sociales para la participación de mujeres y una mayor sensibilidad social hacia su problemática específica. * Fragmentos de la ponencia presentada por Olga Corona durante el Encuentro Continental "Buscando estrategias de protección para las mujeres víctimas de violencia doméstica y sexual" celebrado en Santiago de Chile, donde acudió representando a la organización Servicio, Desarrollo y Paz (SEDEPAC), en la que colabora como defensora popular.
OLGA CORONA Semblanza biográfica
lga Corona nació en la Ciudad de Puebla en 1954. Desde muy joven participó en la organización del movimiento de vendedores ambulantes en esa localidad, en los años setenta. Dicho movimiento fue reprimido el 28 de octubre de 1973, pese al apoyo que le brindaban los estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla, y como una secuela a la agresión que había sufrido la Universidad el 1º de mayo anterior. Estos hechos dieron lugar a la elaboración del primer documental producido por la UAP, titulado Vendedores Ambulantes, el cual obtuvo el primer premio en el Festival Internacional de Cortometrajes celebrado en Oberhausen, Alemania, en 1974. Olga Corona protagonizó dicho documental. Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México, DF ,donde cursó la carrera de actuación en el Centro de Artes Dramáticas, A.C., fundado por el maestro y dramaturgo poblano Héctor Azar. Posteriormente participó en diversos montajes teatrales. Simultáneamente ha militado en diversas organizaciones feministas, hasta conformar una propia, denominada Red Mujer/Siglo XXI. Ha participado en numerosos eventos nacionales internacionales de mujeres, entre otros en Cuba y Chile. En marzo próximo asistirá a la India, a un Congreso feminista convocado por la Marcha Mundial de las Mujeres.
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