Año 7, número 16
H. Puebla de Zaragoza a 9 de septiembre de 2004

La clausura del Colegio
de Medicina de Puebla en 1863

Por: Rosario Robles Galindo

Programa de Estudios del “Colegio de Medicina” correspondiente al año de 1851-1854. (Fondo documental del memorable doctor Eulogio Montaño Cordero).
 
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lgunas de las notas biográficas de la memorable y hoy notable “Facultad de Medicina de Puebla” se hallan en sus antecedentes históricos que nos señalan los hechos políticos que sujetaron su existencia institucional, las carencias económicas y los progresos académicos por los que transitó durante el período en que la Nación Mexicana afrontó las guerras de “Reforma” e “Intervención”. Durante la segunda mitad del siglo xix, el “Colegio de Medicina de Puebla”, era el recinto educativo más importante para el Estado, que se encargaba de la enseñanza profesional de la medicina y farmacia, además era la institución que fomentaba y resguardaba la salud pública de la población; actividades que desempeñaba con apoyo económico de sus propios recursos, sujetándose a la supervisión del gobierno local y a la reglamentación del “Colegio del Estado”. 1 La clausura de este recinto educativo ocurrida en el año de 1863 causó serios problemas para sus trabajadores, profesores y alumnos, sin embargo para la población dependiente de su fomento de higiene y salud pública ese acontecimiento se manifestó en pérdidas irreparables que condujeron a la muerte a muchos pobladores; para los simpatizantes del gobierno monárquico éste hecho se convirtió en un triunfo político.


El Colegio de Medicina
de Puebla en 1850-1862

P

ese a las contrariedades que enfrentaban los grupos políticos que dirigían los destinos de la Nación Mexicana entre los años de 1850 a 1862, las instituciones educativas continuaron desarrollando sus actividades casi ininterrumpidamente, excepto en ocasiones en que por alguna orden extraoficial suspendían temporalmente sus labores, reanudándolas inmediatamente sin novedades. Las actividades administrativas y académicas del “Colegio de Medicina de Puebla” 2 se realizaban en dos cuartos ubicados a un costado del “Hospital General”, antiguo Hospital de San Pedro. Uno de esos aposentos le servía de dirección, secretaría y biblioteca, el otro de salón de clases y laboratorio de farmacia; su espacio físico estaba amueblado con sillas y un incipiente gabinete integrado por algunos aparatos ordenados en una alacena donde había lugar para una caja de reactivos de química. El cuerpo de catedráticos lo integraban los médicos: Manuel Noriega profesor de Anatomía Descriptiva, quien impartía la materia en el 1º, 2º y 3º año, el texto del curso que utilizaba era Bayle, el horario era de 8 a 9 de la mañana, el número de sus alumnos era de 15, su sueldo de $6.00; José María Molina profesor de Operaciones, partos, enfermedades de mujeres y niños recién nacidos, impartía su materia en 4º y 5º año, utilizaba los textos de Malgaigne, Maygrier y Capuron, su horario era de 4 a 5 de la tarde, tenía 7 alumnos, su sueldo era de $5.00; Pablo Cagigas profesor de Fisiología e Higiene, impartía su materia en el 2º año, sus textos eran los de Bulluac, Magendie y Deslandes, su horario era de 9 a 10 de la mañana, tenía 2 alumnos, su sueldo era de $4.00; Pedro Calderón profesor de Patología y Clínica interna, impartía su materia en 4º y 5º año, con los textos de Grisolle y Martinet, su horario era de 6:30 a 7 (Clínica) y de 8 a 9 de la mañana (Patología), tenía 7 alumnos, su sueldo era de $4.00; Manuel Zayas profesor de Patología y Clínica externas, impartía su materia en el 3º año, con los textos de Chelius Tavernir, su horario era de 6:30 a 7 (Clínica) y de 11 a 12 de la mañana (Patología), tenía 4 alumnos, su sueldo era de $4.00; Manuel Ibarra profesor de Materia Médica y Medicina Legal, impartía su materia en 4º y 5º año, utilizando los textos de Brierc de Boumont, Bauchardat, su horario era de 9 a 10 de la mañana, tenía 7 alumnos, su sueldo era de $4.00; Mariano Cál profesor de Botánica, impartía su materia en 1º año, utilizando los textos de Bustamante y Wildenan, en un horario de 10 a 11 de la mañana, tenía 7 alumnos y su sueldo era de $4.00; Francisco de P. Vargas profesor de Farmacia, impartía su materia en 2º año, utilizando el texto de Cottereau, de 11 a 12 de la mañana, tenía 3 alumnos y su sueldo era de $4.00. 3

Durante la primera década de la segunda mitad del siglo xix, ganar una plaza como profesor de éste Colegio, era todo un proceso institucional, iniciaba con un examen de oposición para sus aspirantes, posteriormente quedaban sujetos a una serie de suplencias hasta llegar a la titularidad. Cabe añadir que a los catedráticos de la década de los años cincuenta se unieron años más tarde otros médicos y farmacéuticos, quienes unieron sus atributos, proyectos e ideas para mejorar las condiciones físicas y académicas del “Colegio de Medicina de Puebla” algunos de ellos fueron: José María Guadalajara, Esteban Lamadrid, Manuel Domínguez, José María Rivadeneyra, Manuel Jofre, Joaquín y Francisco Arrioja, José María Cevallos, Luis Campos, Luis Mesa, Francisco Marchena, Joaquín Ibáñez y Francisco Marín. 4

Administración de los Fondos
del “Colegio de Medicina de Puebla”

Acta del Consejo de Salubridad de Puebla dirigida al Supremo Gobierno informando el número y monto de los capitales propios pertenecientes al "Colegio de Medicina", desde su fundación hasta su clausura en el año de 1863. (Fondo del Archivo Histórico de la Escuela de Medicina, Biblioteca "José Ma. Lafragua"-buap).

 
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a antigua tradición colonial de las donaciones practicadas por filántropos para el sostenimiento de la caridad y salud pública se conservó en vigencia hasta la segunda mitad del siglo xix, la mayoría de esos capitales derivaban de fondos testamentarios, uno de los beneficiarios era el “Colegio de Medicina de Puebla”, éste tenía en su haber los siguientes apoyos económicos que eran administrados por el “Consejo de Salubridad” quien tenía esa atribución desde la fundación del Colegio hasta el día de su clausura:

1º Una pensión de 6 gramos por cada 1/3 de harina que se extraía del Estado la cual se cobraba en las Administraciones de Renta para ser entregada a la tesorería de ese colegio.

2º Un 6% que pagaban las loterías de San Felipe Neri, San Pedro y la Academia de Artes.

3º Capital proveniente del arrendamiento del Jardín Botánico que producía $8.00 mensuales. 5

4º Del capital consignado al “Colegio de Medicina” por la cantidad de $6065, 7 reales y 3 granos que al 6% reconocía la testamentaria del señor Juan Campillo por la casa no. 7 de la calle de la Santísima valuada en $25,710.00 y de la plazuela de San Agustín cuyo valor era de $4,400.00. Siendo destinado el producto de esos capitales al pago de los señores catedráticos y empleados del Colegio de Medicina.

5º Un capital de $554.00 y 5 3/8 de real, que por pensión sobre herencias transversales, resultaron a favor del Fondo de Instrucción Pública, de ésta cantidad fueron redimidos $282.00, 2 ½ reales derivados de la testamentaria del señor Miguel Cortés para uso y beneficio del “Colegio de Medicina”.

6º Capital proveniente de los derechos que conforme al Reglamento correspondían al “Colegio de Medicina” derivados de los exámenes de profesores, inscripciones de alumnos, pase a título y visitas a boticas. 6

Desde el mes de abril del año de 1863 el “Consejo de Salubridad” fue obligado por el Ministerio de Instrucción Pública a dejar la administración de los capitales o fondos pertenecientes al “Colegio de Medicina”, y a transferir sus montos a la “Administración principal de Rentas”. El Consejo cumplió la orden e informó la falta de $192.00, 2 reales de todo el capital, que habían sido invertidos en la compra de libros e instrumentos para la enseñanza médica y farmacéutica.

Clausura de los Colegios de Medicina,
entre ellos, el de Puebla por orden
del Gobierno de la Regencia


 

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n 1861, el gobierno del licenciado Benito Juárez García atravesó por una serie de conflictos nacionales e internacionales, debido a que los países España, Inglaterra y Francia acordaron exigir el pago de las deudas moratorias a cambio de no llevar a efecto el plan de invasión y reconquista del territorio mexicano. De éstos, sólo Francia rechazó rotundamente los acuerdos diplomáticos con el gobierno juarista y prosiguió con su amenaza de invasión ocasionando varios disturbios bélicos, entre ellos, la “Batalla del 5 de Mayo” en la ciudad de Puebla. Los conflictos de índole nacional ocurridos durante esa época fueron motivados por los grupos conservadores, quienes aprovechando la invasión francesa, llevaron a efecto sus ideas de formar parte de un gobierno monárquico que erradicara completamente el gobierno liberal que habían sido incapaz de otorgar progreso, paz y organización a los mexicanos. En la capital de república los conservadores y eclesiásticos acordaron desconocer al gobierno de Juárez, apoyándose en las fuerzas militares del llamado “ejército expedicionario”, más tarde reconocido como “ejército franco-mexicano”, así fue como se formó un “gobierno provisional” denominado gobierno de la Regencia, el cual estaba integrado por el arzobispo Labastida, los generales Juan Nepomuceno Almonte y José Mariano Salas. El plan de disidencia en contra del gobierno juarista estuvo a cargo del general Almonte, que se dedicó a enviar a todos los estados y ayuntamientos su propuesta con fin de obtener su adherencia al gobierno monárquico francés. En Puebla esta invitación fue recibida y contestada por sus autoridades.

En sesión extraordinaria del día 9 de abril de 1862 el jefe político del Estado de Puebla y las autoridades del Ayuntamiento se reunieron para discutir y dar respuesta al “Plan de sedición del general Almonte” a saber:

Decreto de fecha de 1864 dónde se dio a conocer el proyecto de “Organización y Administración del Cuerpo de Sanidad Militar”, cuya legislación controló la actividad profesional de la medicina y farmacia en el país. (Documento perteneciente a la Sección Leyes y Decretos del agep).

1º La autoridad del actual Presidente de la República C. Benito Juárez, es una encarnación directa e inmediata del voto universal de la misma, emitido pública y espontáneamente, y el resultado de un derecho ejercido con legalidad, por un pueblo que el mundo entero ha reconocido como independiente y libre.

2º El desconocimiento de esa suprema autoridad inspira una rebelión y una traición a la patria.

3º El cuerpo municipal de Puebla repele enérgicamente toda idea de establecer en México una monarquía.

4º El mismo rechaza con todo rigor necesario la proclamación del traidor don Juan N. Almonte como jefe de la nación para entrar en arreglo con las potencias aliadas. 7

Las autoridades de Puebla también acordaron en el mes de julio del mismo año, solicitar al Supremo Gobierno publicar en los periódicos las Leyes de Reforma, preferentemente en los distritos dónde se hallaran olvidadas, así como en los municipios más cercanos a la capital. Otra petición importante fue la derogación de la orden para desamortizar o reducir los capitales destinados a la beneficencia pública que correspondían al Hospital de San Pedro, Hospicio, Hospital de Dementes y Orfanato, por ser éstas instituciones las que auxiliaban a la población menesterosa de la ciudad. En agradecimiento el Ayuntamiento se comprometió con el Supremo Gobierno a confeccionar 6000 vestuarios para apoyar al “Ejército de Oriente”, indicando que para este menester recibiría ayuda de los establecimientos de Instrucción Pública y de la Junta de Beneficencia.

Durante el año de 1863 las condiciones sociales de la ciudad de Puebla cambiaron drásticamente, debido a que el cuerpo del gobierno encabezado por: el jefe político Fernando Pardo, los alcaldes José Ildefonso Amable, Manuel Díaz Pérez, Antonio Enciso y Miguel Escobar; los regidores Leonardo Tamariz, Ramón Marrón, Pedro Blázquez y José Gutiérrez, Mariano Grajales, José Ma. Pérez Salazar, Luis Suárez, Joaquín Haro y Ovando, Ignacio Abaroa, Justo Jofre, José Ma. Quintero, José Ma. Román, José Ma. Gorozpe, Luis Redonet, José de la Luz Moreno y José María Loaiza; así como los síndicos Joaquín María de Uriarte y José Manual Loaiza, abiertamente aceptaron la adhesión al gobierno monárquico, posteriormente a éste grupo político se incorporó el cabildo eclesiástico para unificar sus votos a favor del Plan de Sedición propuesto por el gobierno de la Regencia. 8

El Ayuntamiento presidido por la autoridad Política del Departamento de Puebla (gobernador) consagran un solemne voto de gracia a la “Honorable Asamblea de Notables”, por corresponder dignamente, al deseo de la nación de adherirse a la monarquía, y por haber elegido para ocupar el trono al príncipe Fernando Maximiliano archiduque de Austria, además de haber acordado impetrar la bendición de su Santidad Pío ix sobre el Imperio que bajo felices auspicias se ha inaugurado. Así mismo, este Ayuntamiento recuerda los votos dirigidos por la “Asamblea de Notables” a: Su Majestad Emperador Napoleón iii, al general Forey, al Ejército franco-mexicano, al general Almonte, J. Ma. Gutiérrez Estrada, Francisco J. Miranda, José Ma. Hidalgo y José Ma. Andrade por su cooperación en la regeneración del país. 9

Los combates entre liberales y monarquistas por alcanzar el triunfo de sus posiciones políticas fueron motivo de contrariedades económicas, académicas y de clausura para los colegios de Medicina del país, debido a que el fondo de sus capitales propios fueron utilizados en parte para la defensa de la Patria y en otras ocasiones para incrementar los recursos económicos que sirvieron para atraer la atención de las monarquías europeas, sobre todo, de una pareja de emperadores dispuestos a gobernar la nación mexicana ante la solicitud y propuesta de los ciudadanos denominados “notables”.

El 10 de abril de 1864 en el palacio de Miramar la Diputación Mexicana entregó en forma definitiva el trono mexicano al archiduque Fernando Maximiliano de Austria, 10 quien lo aceptó bajo el siguiente argumento:

“Señores un moderado examen de las actas de adhesión que me habéis presentado me da la confianza de que el “voto de notables”, que os condujo por primera vez a Miramar y que ha sido ratificado por la mayoría de vuestros compatriotas, me señala como el elegido del pueblo mexicano para gobernarlo con ayuda del todopoderoso y solemnemente acepto de manos de la Nación Mexicana la corona que ella me ofrece” 11

La reunión de capitales para el sostenimiento del temporal gobierno monárquico y la apertura de un novedoso proyecto de “Organización y Administración del Cuerpo de Sanidad Militar” fueron los móviles de clausura para los Colegios de Medicina en Puebla, Veracruz y otros Estados o Departamentos. 12 En el año de 1865, éstos cambios gubernamentales y sus propuestas fueron respaldados por la Ley de Instrucción Pública decretada el 15 de enero de ese mismo año por orden del emperador Maximiliano. Fue en el título y artículo 1º de esa legislación dónde se clasificó la educación en instrucción primaria, secundaria, superior de facultades y estudios especiales.
 

Por otra parte, los artículos correspondientes a la instrucción superior quedaron insertos en el título iv, capítulo xviii, dónde sus ramos se dividieron: en facultad mayor que conducía a la carrera literaria integrada por las escuelas especiales de Derecho, Medicina (médicos y farmacéuticos) y Filosofía; el otro ramo correspondía a los estudios profesionales que conducían a una carrera práctica la Militar (militares facultativos y de armas especiales), la de Minas (ingenieros de minas teóricos y prácticos) y la Politécnica (ingenieros mecánicos, topógrafos y civiles). En ese mismo título en su artículo 144 se dispuso reconocer la Escuela de Medicina y de Minas —salvo las modificaciones que determinara la ley— mencionándose que éstas dos últimas Escuelas sólo subsistirían mientras se organizaban debidamente, las escuelas de Agricultura y de Comercio. 13

El contenido de las anteriores legislaciones, señalan las condiciones a que quedó sujeta en nuestro país, la enseñanza profesional de la medicina y farmacia, pues desde la instauración del gobierno de la Regencia su estudio se limitó a cursarse en la Escuela de México, y con el gobierno monárquico su sobrevivencia se hizo incierta, así lo estipuló la nueva ley que orilló el destino y el futuro de la profesión médica y farmacéutica al ámbito institucional de la Escuela Militar, suprimiéndose así el derecho a libre cátedra que emanaba del pensamiento liberal predominante en el gobierno juarista. Ese mismo año, el Imperio ejerció un severo control sobre el “Consejo Central de Salubridad”, el cual tenía a sus cargo los programas de higiene y salubridad pública en todo el país, y en el caso de las capitales de los Departamentos, las “Juntas Subalternas de Salubridad” quedaron sujetas a la autoridad de los jefes políticos aliados al Imperio.

Repercusiones sociales y de salubridad pública en Puebla
a consecuencia de la clausura del “Colegio de Medicina”

Acta correspondiente a la venta del predio conocido como "El Jardín Botánico", por orden del General Jesús González Ortega, con la finalidad de obtener recursos para defender la Patria de la Invasión francesa. Documento perteneciente al Fondo Histórico de la biblioteca "José María Lafragua"-BUAP

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ueron, muchos los problemas sociales y de salubridad pública que se originaron en el Departamento de Puebla a consecuencia de la clausura de su recinto académico, destinado a la enseñanza profesional de la medicina y farmacia; en primer término algunos de sus alumnos tuvieron que marcharse a la capital de la República para continuar sus estudios, otros con menos oportunidades económicas optaron por abandonarlos o seguirlos practicando en los hospitales al lado de sus antiguos catedráticos con el fin de obtener del Supremo Gobierno permiso para su admisión a un examen general; en el caso de los profesores y trabajadores administrativos el cobro de su indemnización se prolongó por varios años. Algunas notas históricas del “Colegio de Medicina de Puebla” de esa época informan que: la suma escasez de profesores en farmacia se hizo más notoria desde que se clausuró el Colegio de la ciudad y que en la mayor parte de las poblaciones del Departamento, las boticas fueron dirigidas y atendidas por personas que carecían de la instrucción y aún de las prácticas necesarias para la elaboración de los medicamentos y del buen servicio de al público. Es importante recordar que el Artículo 4º, Capítulo 16 del Reglamento, prevenía a los farmacéuticos obligándolos a instruir a sus alumnos matriculados en el Colegio y que cursaban las lecciones prácticas del ramo, a no despachar recetas ni elaborar medicamentos hasta no haber concluido lo menos un año de práctica. Pero que después de verificada la clausura del “Colegio de Medicina”, no era posible llevar a cabo esa disposición porque habían sido pocos los alumnos a los que les fue posible marcharse a la capital a continuar sus estudios, debido a que en la mayoría de los casos, los alumnos se dedicaron a cambiar de profesión; cuya consecuencia era que el despacho de la medicina y la atención de la población quedara en manos de personas inexpertas o curanderos. 14 Otras contrariedades surgidas en el Departamento de Puebla durante esa época fue la llegada de títulos clandestinos de profesores expedidos en el Departamento de Veracruz en plena vigencia de la clausura de todos los “Colegios de Medicina” en el país, por esta razón la “Junta Subalterna de Salubridad” se halló ante el dilema de no permitir el ejercicio de éstos médicos, aunque su apoyo facultativo hiciera falta. En la mayoría de los casos los médicos de la ciudad Puebla no se daban abasto para servir a una población reducida a la miseria y a las epidemias originadas por la guerra, agregando a éstos contratiempos, la falta de pago por sus servicios, pues la mayoría de éstos profesores en medicina y farmacia subsistían de su profesión, por tal motivo se veían obligados a realizar trabajos extras como eran cubrir los turnos de otros médicos que tenían cargos políticos o comisiones administrativas que atender. 15

 

La apertura de la Escuela de Medicina
de Puebla en 1869 y su primera
generación de farmacéuticos y médicos

Acta de la Escuela de Medicina de Puebla, dirigida al Supremo Gobierno dónde se informa los pormenores de su clausura por orden del que se llamó gobierno de la Regencia durante el año de 1863. Documento perteneciente al Fondo Histórico de la Escuela de Medicina, Biblioteca, "José María Lafragua"-buap.

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a caída del gobierno monárquico y el triunfo del gobierno juarista, dio paso a la restauración de la República, en pocos meses los cambios institucionales manifiestos en la capital del país y en sus Estados fueron notorios primordialmente en el ramo educativo dónde su reestructuración académica fue reforzada por la Escuela “Preparatoria Nacional”, cuyo contenido intelectual estaba representado por la “filosofía positivista” particularmente de sus doctrinas científicas, mediante las cuales, las ideas de libertad, orden y progreso de los grupos liberales llegaron al grueso de la población en forma de la reorganización de sus instituciones republicanas y mediante una instrucción educativa pública.

La apertura del proyecto educativo positivista en nuestro país cumplió con dos expectativas muy importantes siendo la primera: la moralización de la Nación para defender su libertad, el respeto a sus creencias y a sus leyes; la segunda de ellas consistió en la apertura de una educación extensiva a todos los grupos sociales, cuya esencia pedagógica se convirtió en una herramienta que concretó el cambio hacia la modernidad que tanto necesitaba el país en esos momentos de confluencia política. 16

Esta nueva reorganización en el gobierno de Benito Juárez, también benefició a las escuelas de medicina del país, las cuales, después de algunos años de ausencia volvieron abrir sus puertas. En marzo de 1869 la “Junta de Sanidad de Puebla” ordenó la apertura de la Escuela Superior de Medicina aunque careciera de fondos propios en esos momentos; cuando el personal administrativo y académico abrió las puertas del antiguo “Colegio de Medicina” lo hallaron en un estado de ruina, pues no había instrumentos ni útiles que hicieran posible la enseñanza práctica, de manera que exceptuando las lecciones de ambas clínicas (interna y externa) y de Farmacia, las otras materias se impartieron sólo en teoría. Tales carencias técnicas fueron resueltas por el Superior Gobierno al disponer que las cátedras de Física, Química e Historia Natural, así como los instrumentos que se compraron para las prácticas de física se trasladasen al “Colegio del Estado”; seis de sus cátedras se redujeron sólo a teoría, sus catedráticos trabajaron gratuitamente y su población estudiantil fue de ocho alumnos, de éstos dos habían estudiado al lado de sus profesores las materias de 1º y 2º curso por lo que fueron admitidos en el 3º curso con previo examen, otros cuatro alumnos ingresaron a 1º año y otros dos al 3º curso; con el pago de sus inscripciones la escuela obtuvo un ingreso de $70.00 mensuales que fueron empleados para pagar los sueldos del secretario y del bedel (portero). Esta generación de estudiantes la integraron Manuel María Mena, Viviano Carrasco, Paulino Bautista, Delfino Arrioja, Ángel Rangel, Manuel Ramírez, Rafael Rodríguez y Carlos Espino Barros, a éstos ocho alumnos titulados en Farmacia, posteriormente se incorporaron otros cuatro de Medicina y Cirugía a saber Miguel Salas, Agustín Zayas, José María Marín (hermano del doctor Francisco Marín) y Aurelio Ávalos. Estos jóvenes facultativos al paso del tiempo se convirtieron en prestigiados médicos y farmacéuticos que continuaron con sus labores de asistencia y salubridad pública, desempeñando cargos políticos y públicos, profesores de la enseñanza médica y farmacéutica, su aportación más importante fue: Fundar con sus profesores la Sociedad Médico- Farmacéutica de Puebla en 1875, ámbito académico dónde presentaron, leyeron y publicaron sus estudios de investigación en beneficio de la humanidad y del progreso de la Ciencia Médica Mexicana. 17


Trabajo realizado por: Mtra. Rosario Robles Galindo, estudiante del doctorado de Historia del ics y h-buap.
Fotografías: Alfonso Adolfo Ramos.

1 En la segunda mitad del siglo xix El Colegio del Estado era una de las instituciones educativas de mayor prestigio en la ciudad, debido a sus eficaces planes y reglamentos de estudio (hoy Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).
2 Según consta en los registros históricos de la extinguida Escuela de Medicina correspondiente a los años de 1854-1865, solía llamarse “Colegio de Medicina de Puebla”, ya que el nombre de “Escuela de Medicina” se le otorgó en 1869 al cesar la clausura de la que había sido objeto desde el año de 1863. El nombre de “Escuela de Medicina y Farmacia de Puebla” se le dio hasta el año de 1879, cuando fue director de ésta institución el profesor Joaquín Ibáñez. (fhem), Biblioteca “José María Lafragua”-buap.
3 Plan de Estudios de los años 1851-1854: Las materias de Química e Historia Natural, se encontraban vacantes durante la década de 1850, debido a que su contenido teórico y práctico se promovía en un nuevo plan de estudios que la Dirección del Establecimiento de las Ciencias Médicas envió desde 1851 al Gobierno del Estado para su aprobación.
4 Joaquín Arrioja, Manuel Jofre, Luis Campos y Luis Mesa, fueron alumnos egresados del “Colegio de Medicina de Puebla”, quienes al convertirse en profesionales de la salud, hicieron notorio el empeño y logro académico de sus catedráticos seleccionados por el gobierno para servir las asignaturas de las ciencias médicas y farmacéuticas de ésta ciudad durante los años de 1850 a 1869. (fhem) Biblioteca “José María Lafragua”-buap.
5 Los antiguos farmacéuticos de la ciudad adquirieron el 4 de julio de 1808 el terreno llamado “Huerta de Santa Rosa” valuado en $2500.00, con el objeto de cultivar plantas para la enseñanza de la botánica. Años más tarde éste bien pasó a formar parte de los fondos propios del “Colegio de Medicina de Puebla” cuyo valor se acrecentó a $4701.00, siendo arrendado al señor Mariano Pastor en $8.00, pero durante la guerra de Intervención, el General Jesús González Ortega vendió el predio conocido como “Jardín Botánico”, con el fin de obtener recursos para la defensa de la Patria, por ese motivo la finca se adjudicó al señor Miguel Casarín en 1862. (fhem) Biblioteca “José María Lafragua”-buap.
6 Ibid.
7 Los gobernantes de la ciudad de Puebla (del período de 1862) no sólo rechazaron el “Plan de sedición del general Almonte”, sino que también lo señalaron como un hombre traidor a su Patria, de ideas contrarias a la libertad del pueblo mexicano y uno de los radicales opositores de la consolidación de la paz pública. Añadiendo a estas aseveraciones su conducta oportunista para vender a México a los soberanos de Europa, pues así lo ratificaban sus constantes viajes a los palacios reales, además de ser cómplice en la guía y apoyo de las fuerzas militares extranjeras que invadían el país. Motivo por el cual las autoridades de Puebla convocaron a sus pobladores a unirse a ellos para tomar las armas y defender la independencia, integrándose así el “Batallón del Municipio de Puebla”. Archivo del Honorable Ayuntamiento de Puebla (ahap), Actas de Cabildo del año de 1862.
8 ahap, Actas de Cabildo del año de 1863.
9 Ibid.
10 Fragmentos del discurso de la Diputación Mexicana, año de 1864: “Señor en nombre de la Regencia del Imperio por el “voto de notables” ha sido designado y ratificado por “un voto verdaderamente nacional” para dirigir el trono mexicano, el cual vendrá a ser, Señor, un principio de unión, un manantial de prosperidades para aquel pueblo sujeto por tantos años a rudas y dolorosas pruebas”. Archivo General del Estado de Puebla (agep), Sección “Leyes y Decretos”, año de 1864.
11 Ibid. En Puebla, los políticos y demás ciudadanos simpatizantes con el gobierno monárquico siguieron los recomendaciones y consejos de la señora Dolores Quezada de Almonte quien fungió como vínculo entre ellos y los emperadores, especialmente con la emperatriz Carlota Amalia, pues a través de esa relación los “hijos de Puebla”, les dieron la bienvenida, les compraron muebles para su estancia en ésta ciudad, les otorgaron obsequios, invirtiendo en éste proceso diplomático la suma aproximada de $25,000.00 y lo más importante les ofrecieron caballerosamente su lealtad permanente.
12 En los documentos oficiales correspondientes al período de 1864-1867, estando en vigencia el gobierno monárquico, los Estados de la República Mexicana fueron denominados Departamentos.
13 agep, “Leyes y Decretos”, año de 1865.
El emperador Maximiliano y su cuerpo de gobierno a través del “Diario del Imperio”, dieron a conocer su proyecto de “Administración y Organización del cuerpo de Sanidad Militar”, siendo algunos de sus objetivos: centralizar los estudios médicos y farmacéuticos bajo las disposiciones administrativas y militares del Imperio; suprimir la Escuela de Medicina de México que en esa época era la única que funcionaba con libre cátedra e investigación, cuyo fin era aplacar momentáneamente el pensamiento liberal del gobierno juarista; por otro lado era conveniente establecer un servicio sanitario que centralizara el almacenamiento de medicamentos y a su vez ofreciera asistencia inmediata al ejército franco-mexicano en hospitales fijos o en “hospitales ambulantes” es decir en tiendas establecidas en el campo de batalla.
14 (fhem), Biblioteca “José María Lafragua” –buap.
15 Ibid.
16 Robles, Galindo Rosario, Rafael Serrano y la Psiquiatría Óptica-Científica del siglo xix, Tesis inédita, ics y h-buap, Puebla 2003, pp. 40-41.
17 (fhem), Biblioteca “José María Lafragua”-buap.

 

 

 

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