Génesis y desarrollo en la
enseñanza
esde la fundación del Colegio del Espíritu Santo en 1587, la enseñanza y el aprendizaje de lenguas diferentes al español en la historia de nuestra institución ha pasado por diferentes etapas. Entre los jesuitas fundadores del Colegio se encontraron los llamados Padres lenguas 1 conocidos así por la habilidad que tenían tanto para hablar varias lenguas como para transmitir en lengua náhuatl los contenidos de la ciencia y los del catecismo. En el siglo xvi el padre Antonio del Rincón elaboró una gramática náhuatl llamada Arch Mexica o arte mexicano que era el texto empleado en el proceso de aprendizaje al cual eran sometidos los padres. Descendiente directo de Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, Antonio del Rincón hablaba náhuatl, purépecha, otomí, castellano, latín y griego. Aún cuando en el Colegio de San Jerónimo había profesores graduados en Salamanca y Valladolid fue nombrado profesor de latín por dominarlo más que los peninsulares. Este destacado jesuita de extracción indígena, fue el primero en impartir clases de lengua a jóvenes en Puebla 2 por lo que se le puede considerar el precursor de los profesores de idiomas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Cuando los estudiantes ingresaban al Colegio, debían saber leer y escribir en latín pues las cátedras de gramática —que eran obligatorias para todos los estudiantes— se impartían en esta lengua. El latín se conservó por muchos siglos como la lengua no castellana más importante, hasta que en el siglo xix, ya como Colegio del Estado, el francés se enseñaba desde el nivel medio, siendo además una lengua muy importante en el ámbito de la medicina. Sin embargo, en México la enseñanza de lenguas extranjeras fue prácticamente inexistente durante el siglo xix y deficientemente proporcionada durante la primera mitad del siglo xx. 3 En Puebla, en 1943-1944, hubo un intento serio de difundir el aprendizaje de lenguas extranjeras. El profesor Miguel F. Thromer, junto con destacados estudiosos, fundó un instituto para la enseñanza de lenguas y letras. Las lenguas que se enseñaban en este instituto eran inglés, francés, alemán, italiano, portugués, catalán, ruso, castellano, árabe, yiddish, latín y griego clásico 4. En el Colegio del Estado, aún cuando en la escuela preparatoria se enseñaban dos cursos de inglés y dos de francés así como uno de raíces griegas y latinas y en algún tiempo uno de latín, surgen los primeros cursos de inglés por objetivos específicos en la relativamente recién formada carrera de Ingeniería Química. La mayor parte de la bibliografía necesaria para esta carrera estaba editada en inglés técnico.5 Estos cursos y los de francés que se impartían en la escuela de Medicina, fueron la simiente de la inquietud que poco a poco invadía a los universitarios ante la necesidad de conocer una lengua extranjera para consulta bibliográfica y hemerográfica. Departamento de Idiomas
l 2 de febrero de 1954, siendo rector el doctor Rafael Artasánchez Romero, el ingeniero Gabriel Jara Pérez y el profesor Gabriel Aguirre Carrasco presentaron ante el Consejo Universitario un proyecto para la creación de un Departamento de Idiomas. Se nombró una comisión la cual propuso una estructura sustentada en dos escuelas: la clásica y la moderna. Se buscó formar docentes en lenguas clásicas y traductores con orientación técnica en lenguas modernas.6 A finales del año de referencia se creó el Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas de la Universidad de Puebla; los idiomas que se impartían eran inglés, francés, alemán e italiano —llamados lenguas modernas— y latín y griego, denominados lenguas clásicas; estos funcionaban como cursos libres con cinco horas de estudio a la semana y cuatro años de duración. Para estudiar un idioma se requería únicamente el certificado de instrucción primaria para el público externo a la institución; para los alumnos inscritos en la Universidad el requisito único para su registro era la presentación de la póliza de inscripción en alguna escuela. Al término de los cursos se entregaba un diploma sin valor oficial. 7 En 1955 el ingeniero Gabriel Jara Pérez, secretario general de la institución, presentó a la consideración del Consejo Universitario un proyecto para otorgar al departamento el carácter de extensión universitaria, el cual fue aprobado designándose para su estudio y aprobación definitiva a los consejeros Mariano Nájera Rojas, Gabriel Aguirre Carrasco y al promotor de tal iniciativa. Los cursos que se ofrecieron ya con el carácter solicitado fueron: inglés, francés, alemán, italiano y, como novedad, el esperanto 8. En 1964 el Departamento de Idiomas se reestructuró, ya que desde su creación no había tenido un plan de estudios formal; la rectoría a cargo del doctor Manuel Lara y Parra propuso establecer disciplina y organización. En este año se agrega el náhuatl que inició con un grupo de 20 estudiantes de las escuelas de Ingeniería Civil y Arquitectura y a los cursos de idiomas extranjeros se incluye, con carácter de obligatorio, el aprendizaje del español durante el primer año 9. Para los cursos de español del profesorado se consideró conveniente el estudio de la Analogía, la Prosodia y la Ortografía durante el primer año. En el segundo año la Sintaxis y la Composición, en el tercero Literatura y en el cuarto la estructura de una tesis para la presentación de un examen profesional. Se introdujo también la materia denominada Técnica de la Enseñanza 10.
Con el paso del tiempo y de acuerdo a los requerimientos y necesidades de la institución en materia de lenguas extranjeras, especialmente el inglés en las escuelas preparatorias, los cursos del profesorado sufrieron una transformación radical, estableciéndose las llamadas carreras subprofesionales de profesor de Idiomas Modernos y profesor de Lenguas Clásicas. Para ingresar a estas carreras se requería ya poseer el certificado de preparatoria. Como consecuencia de lo anterior se propuso la cancelación de los cursos libres de lenguas extranjeras. Esta nueva situación hizo que los estudiantes de estos cursos —ya considerados como extensión universitaria y cuyo objetivo era exclusivamente el aprendizaje del idioma— gestionaran ante rectoría la solicitud de continuar con sus estudios aunque no tuviesen estudios de bachillerato; lo cual fue autorizado para no lesionar sus intereses, tomando las autoridades un acuerdo transitorio para resolver su petición. La aprobación definitiva de este acuerdo se sometió a la consideración del Consejo Universitario, que lo aprobó decidiendo además reordenar las funciones del Departamento de Idiomas; por un lado se continúa con los cursos libres y por otro se inicia un nuevo profesorado en Idiomas. En esta etapa, el plan de estudios del profesorado se aplicaba en cuatro años y, además de los estudios del idioma, se incluía el estudio de Pedagogía, Historia de México, Griego, Latín, Psicología del Aprendizaje y Gramática Española. Lo mismo que para los cursos libres, los alumnos de este programa podían estar inscritos en más de un idioma. Al finalizar los estudios del profesorado se extendían un diploma y una constancia que acreditaba a los egresados como profesores de lenguas. A los alumnos de los cursos libres se entregaba un diploma de conclusión de estudios y una constancia certificada por el Departamento Escolar en la cual se indicaban las calificaciones obtenidas por curso.
De 1954 a 1971, el Departamento estuvo ubicado en el edificio Carolino. En 1972 se trasladó al tercer piso del edificio que ocupaba la escuela de Administración de Empresas. En 1973, los planes de estudios de todas las escuelas y facultades de la institución fueron modificados —el Departamento no fue la excepción— agregándose a éstos las materias de Filosofía y Economía. En el Plan de Estudios del Departamento de Idiomas, entonces gestionado por un Comité de Lucha, la transformación fue más profunda. Con el objetivo de que los estudiantes del Departamento adquirieran una formación integral, se incluyeron también, con carácter de obligatorio para los alumnos de los cursos libres, además de las materias mencionadas, las siguientes asignaturas, llamadas materias complementarias: Gramática, Didáctica y Pedagogía. Más adelante con la revisión y consecuente reorientación del contenido de los programas, el curso de Filosofía se llamó Filosofía del Lenguaje, Economía se denominó Problemas Socioeconómicos de México y Gramática se llamó Español (más adelante sería Lingüística). Se continuó con la política de permitir a los alumnos estudiar más de un idioma. Por considerar excesiva la carga académica que correspondía a estudiantes que únicamente querían aprender un idioma, el número de aspirantes a ingresar al Departamento descendió, pero creció de nuevo cuando las autoridades universitarias decidieron admitir a todos los estudiantes que aspiraban ingresar a la institución. En la década de los años ochenta y hasta principio de los años noventa, el número de estudiantes de idiomas era elevado. Solamente al área de inglés ingresaban hasta mil 500 alumnos por semestre (había dos períodos de admisión en ese entonces) lo cual obligaba a abrir grupos con 60 ó 70 estudiantes con el consiguiente deterioro en la calidad de la enseñanza y un alto índice de deserción a las pocas semanas de iniciados los cursos. Para 1983, a pesar de que ya se contaba con edificio propio, las instalaciones resultaron insuficientes para poder atender a todos los alumnos inscritos y fue necesario rentar espacios en la escuela Normal Justo Sierra, una institución privada que tenía su edificio en los terrenos que actualmente ocupa la Facultad de Contaduría. Más tarde se creó en el Departamento de Idiomas el Centro de Traducciones, que posteriormente se profesionalizó con la incorporación de personal experto. En 1979, por instrucciones del entonces rector Alfonso Vélez Pliego, se formó una comisión — integrada por los maestros Tamara Davidova, Yolande Le Gallo y Jean Hennequin—que se dio a la tarea de realizar un diagnóstico de la situación del Departamento de Idiomas. Licenciatura en la Enseñanza
n 1981, surge la idea de crear una licenciatura que formara profesionales en la enseñanza de lenguas extranjeras. Esta idea comienza a tomar forma con la elaboración, por parte del Departamento de Idiomas, del documento Algunas consideraciones acerca de la enseñanza de lenguas extranjeras en el Sistema Educativo Mexicano, mismo que fue presentado como ponencia en el 4º Encuentro Académico de la Asociación Mexicana de Maestros de Lenguas Extranjeras (ammlex) que se desarrolló en el cele de la unam en febrero de 1981. En este documento se acordó, entre sus puntos más importantes, "...la necesidad de impulsar a nivel nacional la creación de la licenciatura en la enseñanza de Idiomas y la formulación de un programa de superación académica para los actuales profesores". En mayo de ese mismo año, y con el objeto de poner en práctica de manera inmediata los resultados positivos de la presentación de este trabajo en el Encuentro Nacional, el gobierno del Departamento de Idiomas nombró una Comisión integrada por los profesores Victoria Stoianowsky, Jaime Estay Reyno y Antonio Vera García de León, (autores del documento presentado en el Encuentro Académico ammlex) para continuar con los trabajos relativos. El producto de esta actividad fueron los documentos Hacia un programa de Superación Académica para el Departamento de Idiomas de la Universidad Autónoma de Puebla y Propuesta de Objetivos, materias y seriación del Programa de Superación Académica para el departamento de Idiomas, mismos que fueron entregados en junio de 1981 11.
Estos documentos se presentaron en un Encuentro Académico celebrado en las instalaciones del Departamento de Idiomas en noviembre de 1981, participando las Universidades: Nacional Autónoma de México (unam), Autónoma de Tlaxcala (uat), Veracruzana (uv), Autónoma Metropolitana-Xochimilco (unam), Autónoma de Puebla, el Colegio de Ciencias y Humanidades-Sur (cch), y la Asociación Mexicana de Maestros de Lenguas Extranjeras (ammlex). Entre las conclusiones obtenidas en dicho encuentro destacan: "...la necesidad de formar cuadros docentes y de investigación, dotándolos de las herramientas necesarias que les permitan no solo aplicar o seguir métodos de enseñanza determinados, sino tomar decisiones científicamente fundamentadas con respecto a los métodos, textos, enfoques y objetivos que deben aplicarse y buscarse en los diferentes contextos de la enseñanza-aprendizaje actual. Se deben motivar y orientar la investigación de la lingüística aplicada y en particular la enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras..." y también: "...la necesidad de formar un núcleo de docentes con nivel licenciatura para la futura creación de la Escuela de Idiomas en la Universidad Autónoma de Puebla por cuanto este núcleo pudiera ser la base de esta futura escuela" 12. El trabajo fue arduo, ya que no siempre se contó con el acuerdo unánime de profesores y autoridades. Fue necesario derribar muchas barreras que presentaban quienes, por desconocimiento o por temor se oponían a las transformaciones. Sin embargo, a principios de 1983 se logró poner en marcha el proceso de formación teniendo como base el Programa de Superación Académica. El primer grupo de alumnos estuvo formado por profesores del Departamento de Idiomas y por algunos de las escuelas preparatorias de la uap, los cuales fueron seleccionados a partir de: experiencia docente (mínimo cinco años), estudios previos de nivel medio superior con que contaban y el resultado de un examen de dominio del idioma que les fue aplicado por el cele de la unam. Como docentes en este programa participaron profesores e investigadores de la escuela de Filosofía y Letras de la uap, del icuap, de profesores e investigadores de la unam, de la uam Xochimilco y de otras instituciones como el Instituto Anglo Mexicano y el Consejo Británico. Posteriormente el programa se transformó otorgando el grado de Licenciatura en la Enseñanza de Lenguas Extranjeras. El plan de estudios contemplado en el Programa de Superación Académica siguió vigente en el programa de Licenciatura para la siguiente generación. Los profesores que egresaron de esta llamada Generación Cero fueron en su mayoría del área de inglés. Por única ocasión también, se otorgó grado a tres profesores del área de italiano. A partir de entonces se concede únicamente el grado de Licenciatura en los idiomas inglés o francés. Fue hasta 1984 que se pudo ubicar administrativamente esta nueva licenciatura incluyéndola formalmente en la escuela de Filosofía y Letras. Los cursos se impartían en el área conocida como Las Catacumbas, en el tercer patio del edificio Carolino y en algunos salones del edificio Arronte. En 1992 la licenciatura tuvo por primera vez una sede propia y se instaló en el Edificio Alfonso Reyes ubicado en la calle Maximino Ávila Camacho número 219 (actualmente Avenida Juan de Palafox y Mendoza). En 1993 la Licenciatura en la Enseñanza de Lenguas Extranjeras cambió de nombre a Licenciatura en Lenguas Modernas conservando el mismo sistema de estudio de materias en bloque ahora con las terminales Docencia y Traducción. Centro de Enseñanza de
n 1986 el Departamento de Idiomas trasladó sus instalaciones de Ciudad Universitaria al edificio Antonio del Rincón, antes Casa del Capitán Munuera, edificio colonial que data de 1778 ubicado en la 4 oriente 414, en el centro histórico de la ciudad 13. En 1990 el Departamento de Idiomas se transforma en Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras por vía de un resolutivo emanado del iii Congreso Interno que se realizó ese año en el Departamento.
n 1995 la uap adoptó el Sistema de Créditos, incluyendo por supuesto la licenciatura que aquí comentamos. Ese mismo año y después de amplias consideraciones se autorizó la creación de la Escuela de Lenguas de la buap, quedando integrada por el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (cele) y por la Licenciatura en Lenguas Modernas (lemo), la cual dejó de depender desde entonces de la Facultad de Filosofía y Letras. Para consolidar la nueva escuela, en 1997 la lemo dejó la sede que ocupaba y se trasladó al edificio Atanasio Placeres, un inmueble del siglo xviii 14 ubicado en la 4 oriente 412 contiguo al edificio que ya ocupaba el cele. Casa de la Lengua Inglesa
n octubre de 1994, con un grupo de profesores ingleses que llegaron por medio de intercambio a través de la Dirección de Relaciones Internacionales de la buap para apoyar la enseñanza del inglés en las escuelas preparatorias, se creó la Casa de la Lengua Inglesa que tuvo su primera ubicación en la calle Manuel Negrete 1528 en la Colonia Bella Vista. En ésta se trata de recrear un ambiente lo más cercano posible a la cotidianeidad inglesa. Quienes asisten, también personas externas a la buap, se especializan en el conocimiento de esta lengua a través de cursos avanzados de Conversación, Literatura, Teatro, inglés para negocios y capacitación para la presentación de los exámenes estandarizados toefl Institucional del Gobierno de los Estados Unidos y el First Certificate de la University of Cambridge de Inglaterra. En septiembre de 2001, paralelamente a la puesta en marcha del tcu francés, con la participación de estudiantes de Maestría de diferentes universidades francesas, se abre la Casa de la Lengua Francesa con los mismos propósitos y objetivos de la Casa de la Lengua Inglesa, sobresaliendo además entre sus actividades la oficialidad para la aplicación de los exámenes estandarizados dalf y delf reconocidos por el gobierno francés. Por considerar que el área de conocimiento corresponde a la influencia de la Escuela de Lenguas, por acuerdo de las autoridades universitarias, en 2001 el Tronco Común Universitario Lengua Extranjera (inglés y francés) queda administrativa y académicamente como dependencia de la escuela. Un proyecto aprobado por el H. Consejo Universitario en mayo de 2000 permite en el verano de este mismo año poner en marcha la Licenciatura Abierta en la enseñanza del inglés que inicia con 30 alumnos. Este programa no escolarizado está dirigido a todos aquellos profesores con experiencia en la enseñanza pero que no cuentan con el grado académico. Actualmente cursa estudios la sexta generación de este sistema. En agosto 2002 la escuela trasladó sus instalaciones a un edificio ubicado en la 24 norte 2003, mismo que anteriormente ocupaba el Colegio Humboldt. En sesión del H. Consejo Universitario del 22 de julio de 2004 se aprueba el dictamen del Consejo de Investigación y Estudios de Posgrado con el que se crea la Maestría en la Enseñanza del Inglés, iniciativa que convierte a la Escuela de Lenguas en Facultad. Servicios en lengua extranjera
on el fin de ofrecer el acceso a diferentes cursos de lenguas extranjeras sin requisito de ingreso (examen de admisión), en 1993 se crearon los Cursos de Verano. Fue tal su éxito, por la calidad de los cursos impartidos, que debieron extenderse para dar continuidad a los estudios a lo largo de cada cuatrimestre del período escolar. Surgen así los denominados Cursos Estacionales que desde su inicio han contado con la asistencia de más de 2.500 estudiantes en cada período de inscripción. Se consolidó el Área de Español para Extranjeros con el objetivo de ofrecer cursos y actividades culturales para que aprendan, practiquen y acrediten el idioma quienes no tengan el español como lengua materna. Esta área ha tenido un éxito importante porque, entre otras actividades, logró que la Facultad tenga desde 1997 un acuerdo con la Universidad de Arkansas para que estudiantes de esa universidad estén presentes cada verano para cursar y acreditar diferentes materias relativas al español como lengua extranjera. Actualmente participa de manera sustancial en el programa de intercambio Program for Mexican Culture and Society in Puebla (pmcsp, por sus siglas en inglés) que la buap tiene firmado con cinco instituciones norteamericanas. Otras actividades de servicio en lengua extranjera que la Facultad presta a toda la comunidad son cursos por objetivos específicos con fines de acreditación del idioma (especialmente en programas de maestría y doctorado), traducciones certificadas de documentos escritos, traducción-interpretación en congresos, seminarios, conferencias, etc., cursos de idiomas externos y acreditación de dominio del idioma, capacitación y aplicación del examen toefl institucional. Centro de Auto-Acceso
l Centro de Auto-Acceso (Self Acces Center —sac— por sus siglas en inglés) de la Facultad de Lenguas merece mención aparte porque desde su inauguración ha sido factor de primordial importancia en la enseñanza de lenguas y en el desarrollo del cele, inicialmente, y de la lemo, después, ubicando a estas instancias a la van-guardia en el uso de la tecnología educativa aplicada a la enseñanza de lenguas extranjeras. Los antecedentes del Centro se remontan a los laboratorios de idiomas de carácter audio-visual que se instalaron en las preparatorias Lic. Benito Juárez García y Gral. Emiliano Zapata en los años sesenta del siglo pasado. Cuando en 1972 el Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas —transformado ya en Departamento de Idiomas— se traslada del edificio Carolino a Ciudad Universitaria, en algunas clases se comenzaron a utilizar grabadoras de carrete con bocina, cintas de carrete y proyectores de diapositivas. A partir de 1983 se determinó definir el primer espacio destinado específicamente para laboratorio en la planta baja, adjunto al área administrativa del edificio que se ocupaba en ese momento en Ciudad Universitaria, un laboratorio totalmente auditivo-pasivo, el cual consistía en varios audífonos conectados en serie a una grabadora de cassettes. El profesor llevaba el propio material para escucharlo y trabajar de forma colectiva; la capacidad de trabajo por sesión de una hora era de 16 alumnos. Al año siguiente, en 1984, se instaló en un aula del segundo piso del edificio en cu un moderno laboratorio de instrucción audio-lingual con capacidad para 30 estudiantes. El material por lo general era elaborado únicamente con base en la experiencia del profesor y en otras ocasiones por el personal responsable del laboratorio; este material prácticamente elemental era estandarizado y no consideraba necesidades del alumno. En 1986 el Departamento de Idiomas se trasladó al edificio del área centro; en 1988 se adquirió una antena parabólica y se reinstaló en la planta baja del inmueble el mismo laboratorio auditivo pasivo que se encontraba abandonado en el edificio Carolino. Su capacidad de trabajo era de 20 alumnos por cada sesión de una hora. A principio de la década pasada, en diferentes lugares del mundo, varias instituciones dedicadas a la enseñanza de lenguas extranjeras se interesaron en el concepto de un Centro de Recursos, una especie de modernización del antiguo laboratorio lingüístico, en el cual los estudiantes pudieran aprender y practicar un idioma sin la supervisión directa del profesor. En Puebla, particularmente en la uap, ya habían surgido inquietudes sobre el aprendizaje y la practica de los idiomas por módulos y de manera independiente. Lo anterior fue plasmado por primera vez en el proyecto denominado Departamento de Apoyo Audiovisual que elaboraron los profesores Paul Taylor, J. Antonio Simón y Emilio Suárez mismo que fue presentado y acordado en el Tercer Congreso Interno del Departamento de Idiomas en 1990. En este mismo año se adaptó un espacio con un pequeño televisor y una video al cual el estudiante asistía ocasionalmente para ver documentales o películas por cable y al mismo tiempo se realizaron las gestiones para trasladar e instalar el laboratorio de instrucción audio-lingual que se encontraba en cu e instalarlo en una aula ubicada en el segundo patio de este edificio equipándola con tv.
En 1992 se adquirió, con recursos propios, un televisor de 61 pulgadas, que se instaló en una sala donde se programaban y transmitían películas, documentales y videos durante todo el día. Adjunto a este espacio se organizó otra sala adonde el grupo asistía con su profesor a realizar practicas de video basados en un folleto que diseñó un grupo de profesores para este objetivo, de la misma forma que lo hacían con su grupo en el laboratorio de instrucción audio-lingual que se había trasladado de Ciudad Universitaria. En 1993, por el convenio entre El Consejo Británico, la Secretaria de Educación Pública y las universidades públicas, se firmó e hizo posible el proyecto de Centros de Auto-Acceso. Además, durante ese mismo año se presentó ante el Consejo Británico el proyecto del cele, así como los candidatos, quienes se integrarían a la capacitación, actualización y entrenamiento para la realización de dicho proyecto. El Centro de Auto-Acceso del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, fue inaugurado en agosto de 1994 y abrió sus puertas a los estudiantes en septiembre del mismo año. Sin duda este centro significó una novedosa alternativa de apoyo, ofreciendo una forma diferente a las clases tradicionales en el aprendizaje de otra lengua, por la tecnología actualizada, la amplia gama de materiales y opciones de aprender y practicar un idioma de acuerdo a las necesidades, intereses, estilos y estrategias individuales. A partir de la puesta en marcha del primer Centro de Auto-Acceso, considerado por el Consejo Británico como Centro Prototipo y ejemplo en toda la República, muchos cambios se han dado en este campo, además ha sido extenso el apoyo y amplia la inversión que se ha destinado en este rubro en nuestra Facultad, prueba de esto son los cinco centros que, organizados por este Centro, se han instalado en diferentes años y a través de diversos proyectos. Con el objetivo de integrarse a la política de modernización educativa que se puso en marcha durante la década pasada se establecieron las unidades: Área de Inglés del Centro de Tecnología Educativa (cete) en Ciudad Universitaria (1995), Laboratorio de Inglés en el Área de la Salud (2000), Mediateca para el idioma francés en la Facultad de Estomatología (2000), Centro de Autoaprendizaje en la Escuela de Lenguas (2002) y Centro de Auto-Acceso para niños en la Facultad de Lenguas (2004). En 2001 los laboratorios lingüísticos del área de inglés de Ciudad Universitaria, de inglés del área de la Salud y la Mediateca de francés pasaron a formar parte de la Facultad de Idiomas, se denominaron Centros de Auto-Acceso y Tecnología (caat) y se puso en marcha un programa para su integración, normatividad y estandarización con el objetivo de aprovechar y optimizar los recursos para desarrollar la actividad que estos centros tienen en común: el proceso enseñanza–aprendizaje de lenguas extranjeras. Podríamos aseverar que la tecnología aplicada a la enseñanza de lenguas extranjeras, así como el establecimiento de los Centro de Auto-Acceso, ha representado un gran avance por haber incorporando e integrado a nuestra Facultad a los procesos de la modernización educativa que se han suscitado a través de todos estos años, avances que han repercutido en el prestigio a nivel nacional e internacional de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Desde que los profesores Gabriel Jara Pérez y Gabriel Aguirre Carrasco presentaron al Consejo Universitario un proyecto para la creación del Departamento de Lenguas han pasado 50 años; ese proyecto ahora se concreta en una Facultad que atiende a una población de diferentes sectores de la Universidad y de la sociedad en general en sus diversos espacios: 1000 alumnos en la licenciatura en Lenguas Modernas, 800 alumnos en el Centro de Lenguas Extranjeras, 6000 estudiantes en cursos estacionales, ahora también en cursos sabatinos y dominicales así como a algunas decenas de alumnos en las Casas de la Lengua Inglesa y Francesa y a 15,000 alumnos del Tronco Común Universitario Inglés y Francés. Tenemos, pues, 50 años de historia, de nombres, de proyectos, de
actitudes, de deseos, de enseñanza de lenguas (cele)
y 20 años de enseñanza y formación en la licenciatura (lemo),
medio siglo de vocación de servicio. * Catedrático de la Facultad de Lenguas desde 1972. Miembro de la
Generación Cero, fundadora de la Licenciatura en la Enseñanza de Lenguas
Extranjeras.
|
|||||||||||||||||||||||||||||
| Comentarios y
Sugerencias: Tiempo Universitario es una publicación del Archivo Histórico Universitario de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla
|